Juventud, divino tesoro del Sporting

La Copa del Rey dejó un regusto agradable en el vestuario rojiblanco. Una primera parte que se antojaba complicada por el estado climatológico y la dureza del rival se resolvió en la segunda con la entrada de un torbellino llamado Hassan y la fortuna en los dos primeros goles. Una tarde redonda en cuanto a sensaciones que se encargó de cerrar la Escuela de Fútbol de Mareo. Y es que el Sporting de Gijón sigue aprovechándose del talento que acaricia el primer equipo. Ayer, dos casos de futbolistas que siguen haciendo ruido en las categorías inferiores. 

Ingresó al partido antes Marcos Fernández. El delantero, del que se hablan maravillas en los círculos del fútbol asturiano, debutaba con el primer equipo sobre el sintético del Luis Ramos. No era un partido sencillo pero se ganó su hueco sobre el verde a base de pelea y esfuerzo. Y también, saber estar. Esta última cualidad fue la que le hizo estar preparado en el interior del área para recibir de Hassan y, con el tacón, ponerla imposible para Rabanillo. Debut soñado con el Sporting, con gol incluído. Nada mal para tener 18 años. 

🖼 ⚽️ 0-3. Esta obra de arte.

👏🏼 ¡Qué debut, Marcos!#RealSporting pic.twitter.com/Xhq0vJhJnc

— Real Sporting (@RealSporting) November 1, 2023

Pese a la euforia, Ramírez siguió con su proceso de cuidado. Ya en la celebración, el técnico canario hizo un aparte con él entre un sinfín de abrazos. Después, inmerso en la sala de prensa, el entrenador del Sporting le instaba a no bajar los brazos. Llegar no significa nada. "Lo que quiero es que no se confunda y se lo he dicho. Que no piense que es jugador del primer equipo o que merece ser titular en el filial. No. Tiene que estar para responder y esto es parte de su proceso de formación. Sé que no se va a confundir, es muy inteligente", dijo sobre él. No fue el único canterano que dejó gratas sensaciones en Guijuelo. 

Ya en la recta final de partido, saltaba al campo Álex Lozano. Marcaje al hombre de su padre Raúl desde la grada, en un día más que especial para él por su vuelta a Guijuelo. Y el pequeño quiso honrar al grande. Fueron pocos los minutos que tuvo Lozano sobre el césped. Pero suficientes para demostrar que la quinta categoría del fútbol español se le queda pequeña. Salió a un partido complicado, con el césped excesivamente lento y con la defensa rival cansada por la paliza física. Condicionantes ideales para que Ález Lozano explotara sus condiciones. 

Ya con el 0-3 en el marcador, el prometedor canterano hizo de las suyas. Se tiró un autopase en campo rival que terminó en un mano a mano. El astur Rabanillo le negó lo que hubiera sido su estreno como goleador en el primer equipo. Pero las condiciones están puestas sobre la mesa. Así como las de Marcos. Dos futbolistas de talento cincelado en Mareo que ayer tuvieron oportunidad para ganar relevancia entre la afición rojiblanca.