La cuenta pendiente de José Luis Martí

"No he tenido la suerte de vivir un Sporting-Oviedo, pero sí un Sevilla-Betis. La ciudad se va a encargar en el día a día de vivir y sentir como se disputa un derbi". José Luis Martí ha tenido la fortuna como jugador de disputar uno de los partidos de mayor rivalidad que se pueden encontrar en nuestro país. Quizás, el que más. El derbi sevillano es imagen de confrontación y de intensidad. Una definición de partido de alta tensión. Como jugador, Martí se encontró con una fase álgida de estos encuentros. En cambio, tras su paso a los banquillos, no ha tenido la oportunidad de vivir un choque así. Algo que cambiará este sábado. 

Hasta en once ocasiones afrontó Martí un derbi sevillano. Entre 2003 y 2008, la tensión en los partidos entre Sevilla y Betis vivió un aumento, con partidos intensos en los que la grada jugaba un papel fundamental. De esos enfrentamiento, el entrenador del Sporting posee un registro positivo. Solo perdió dos veces ante su eterno rival. Algo que, de momento, no ha podido trasladar a su etapa en los banquillos. Hasta este sábado no se le había presentado la oportunidad. 

En los 158 partidos que atesora como entrenador, a José Luis Martí le falta una línea en su currículum: el modo de afrontar un partido de máxima rivalidad. En el pasado, no ha tenido oportunidad de hacerlo. Su etapa de tres años como técnico del Tenerife coincidió exactamente con las tres temporadas que Las Palmas, rival chicharrero por excelencia, estuvo en Primera división. Por tanto, no tuvo oportunidad Martí de afrontar un duelo canario. Algo que también le ocurrió en La Coruña. Con los gallegos llegó a jugar la final del playoff, la cual perdió, pero tampoco tuvo la ocasión de vivir un derbi con todo lo que ello supone. 

Una experiencia que también se le quedó en el tintero en Girona y Leganés. Con el equipo gerundense, no pudo enfrentarse siquiera a otro equipo catalán. En Butarque, se enfrentó a Fuenlabrada, Alcorcón y Rayo Vallecano. Rivalidad regional, sí. Nada que ver con lo que se podrá vivir el sábado en El Molinón, también. Su bagaje en esos tres partidos fue de dos victorias y un solo empate. 

Discípulo de Joaquín Caparrós, Martí buscará trasladar la experiencia vivida en los derbis sevillanos al Principado. Con el técnico de Utrera, los partidos entre Sevilla y Betis se convertían en auténticas 'ollas a presión'. Como muestra, Martí no perdió un derbi como local estando en el terreno de juego. Algo que querrá rememorar más de 13 años después de su último duelo de máxima rivalidad como jugador. Martí vivirá un ambiente que, a buen seguro, le traerá recuerdos de otra época.