La 'mina' del Sporting y de Orlegi en el mercado y una necesidad repetida

Crear activos. Desde la llegada del Grupo Orlegi a Asturias en el verano de 2022, el conglomerado mexicano se fijó como uno de sus grandes objetivos generar recursos de cara al futuro. Eran conscientes los nuevos propietarios del valor que tenía el Sporting, Mareo y sus componentes. A falta de resultados deportivos, el club ha conseguido volver a ser un caladero atractivo a pesar de encontrarse en Segunda división. Jonathan Varane será el siguiente de una lista con muchas similitudes. 

Desde que Orlegi llegó a Asturias, el Sporting ha vendido a cinco futbolistas. Cuatro de ellos son mediocentros y con paso, mayor o menor, por la cantera rojiblanca. Varane, cuya llegada al QPR se hará oficial en las próximas horas una vez supere los reconocimientos médicos este sábado, es un ejemplo de las apuestas internacionales de la dirección deportiva. Llegó para foguearse en el Sporting Atlético, las necesidades le hicieron dar el salto al profesionalismo de forma prematura y ahora dejará algo menos de un millón y medio de euros en las arcas rojiblancas. Todo tras 43 partidos como jugador del primer equipo. 

Varane recorre ahora el camino que ya transitaron tres centrocampistas más desde la llegada de Orlegi. Manu García (Aris), Gragera (Espanyol) y Pedro Díaz (Girondins) salieron del Sporting dejando su aportación económica, de mayor a menor. Más hiriente resulta el caso de Pedro, pendiente de decidir su futuro con Espanyol y Rayo Vallecano como principales pretendientes una vez se consumaba su salida de Francia y la pérdida de los derechos por parte de la entidad rojiblanca, resultando la operación con un balance mínimo para el Sporting de 200.000 euros. Tres operaciones significativas al desprenderse el Sporting de tres jugadores con peso en la cantera y que estaban llamados a comandar al primer equipo.

Cuatro ventas de centrocampistas a las que hay que añadir el traspaso de Diego Mariño al Almería, activado por la permanencia el curso pasado del conjunto indálico que derivó en un pago de 70.000 euros. En total, y una vez que se concrete el traspaso de Jonathan Varane al QPR, el Sporting ha ingresado cerca de ocho millones y medio de euros por cinco operaciones desde el cambio de propiedad. Un montante que hubiera resultado mayor en el caso de que el desenlace de la operación de Pedro Díaz no hubiera sido el que finalmente ha tenido.

El traspaso de Varane, junto al resto de movimientos que se han producido en el centro del campo en este verano, sitúan a ese perfil como una de las prioridades en el mercado. Al esquema de Rubén Albés le hace falta un perfil capaz de adaptarse a esa mediapunta que se dibuja como clave tras lo visto en las primeras pruebas de pretemporada. La marcha de Varane deja vacante una posición en el centro del campo, siendo una de las cartas que no tiene doblada el técnico gallego en su vestuario. Por delante, poco menos de un mes de mercado en el que dotar de valor a la plantilla. Sobre el valor y sacar rendimiento económico, el Sporting y el Grupo Orlegi siguen dando pasos.