La tranquilidad necesaria para abordar la renovación de Cervera

La última victoria en Can Misses ha significado una bocanada de oxígeno para el Real Oviedo. Una más en un mes de abril prácticamente inmaculado para el cuadro azul después de haber conseguido un empate y tres victorias consecutivas. Es decir, diez puntos de doce posibles. Una racha de resultados que coloca al cuadro azul décimo en la clasificación con 49 puntos, diez más que el Málaga, equipo que ahora mismo marca la zona de descalabro.

Así todo, esta reacción no les ha permitido apenas recortar las distancias con los puestos de promoción de ascenso, dado que los de arriba también han hecho sus deberes. Tras la derrota en Granada, en la jornada 33, los azules estaban a trece puntos del Albacete, sexto clasificado. Ahora, tras la 37, están a nueve. Una diferencia difícilmente reducible si tenemos en cuenta que apenas restan quince puntos en juego.

Sin apuros por abajo y sin objetivos ambiciosos por arriba, esta situación deja al Real Oviedo en la zona tranquila de la tabla, un contexto hasta necesario después de una temporada con más nervios que ilusión. De esta manera, los azules podrán afrontar sin agobios la recta final del campeonato. Eso sí, sin que ello suponga una relajación competitiva, un aspecto en el que Álvaro Cervera ha tratado de incidir en los últimos días. El Real Oviedo aún tiene el reto de acabar la temporada lo más arriba posible, lo cual también repercutirá en el próximo límite salarial.

Sin embargo, esta situación de calma chicha sí permite abordar con más reposo la planificación de la próxima temporada. Para la dirección del Real Oviedo es primordial avanzar trabajo para el siguiente curso, con el equipo en Segunda División. El Grupo Pachuca, que este verano cumplirá un año al frente de la gestión, tratará de centrar sus esfuerzos desde ya en crear un proyecto más ambicioso para la próxima campaña.

Una de las primeras tareas que tienen encima de la mesa es la renovación del contrato de Álvaro Cervera, con fecha de vencimiento tras la conclusión de la presente temporada. El propio técnico reconoció en la rueda de prensa previa al partido ante el Ibiza que ya había tenido un almuerzo con el club para hacer balance desde su llegada. Es decir, un primer contacto antes de sentarse a sellar el nuevo compromiso, si bien hay predisposición por ambas partes para que eso suceda.

El guineano ha confesado en varias ocasiones que es feliz en Oviedo y ha mostrado en todo momento su gratitud a la entidad por contar con él cuando estaba sin equipo. Por su parte, la dirección deportiva encabezada por Agustín Lleida y Roberto Suárez, así como la propiedad, que en este tipo de decisiones tiene la última palabra, ven con buenos ojos su renovación. Los números avalan su gran trabajo al frente del banquillo, por lo que el club carbayón considera que es la persona ideal para liderar la temporada 2023/2024. Los próximos días serán claves para que tanto la entidad como el guineano aborden su renovación, paso previo para después sentar las bases del nuevo proyecto.