Martes de reflexión tras la derrota ante el Andorra
Bolo reunió a toda la plantilla en un corrillo antes de la sesión. El técnico charló con sus futbolistas durante diez minutos
Real Oviedo
Caras largas en la vuelta al trabajo de la plantilla del Real Oviedo, esta mañana en El Requexón, tras la derrota de ayer 0-1 ante el Andorra. Los futbolistas azules pisaron el césped del campo número 2 a las 10:30 horas. En ese momento, titulares y suplentes formaron un corrillo en el centro del campo alrededor de Jon Pérez Bolo.
Había mucho de lo que hablar. El bilbaíno tomó la palabra y durante diez minutos compartió con sus futbolistas sus impresiones acerca del partido. No fue una charla de reproches. Más bien todo lo contrario. Bolo, con un tono conciliador y constructivo, intentaba levantar el ánimo de sus futbolistas, visiblemente desalentados tras la derrota. Había que pasar página y mirar al próximo encuentro.
Una vez concluida la charla, los titulares abandonaron el campo para dirigirse al vestuario y hacer ejercicios de recuperación. Por contra, los suplentes permanecieron y disputaron un partidillo ante el filial. Un encuentro que no disputaron ni Costas ni Miguelón, que siguen trabajando al margen.
Mientras tanto, Bolo se dirigió detrás de la portería para, de nuevo, seguir compartiendo opiniones sobre lo visto ayer. En este caso, con el que será nuevo presidente del club, Martín Peláez, y el director deportivo, Tito Blanco. Durante un buen rato, los tres presenciaron de reojo el entrenamiento mientras dialogaban con gesto sobrio.
La plantilla disfrutará este miércoles de su jornada de descanso. Será el jueves, a partir de las 10:30 horas, cuando los de Bolo vuelvan al Requexón para preparar el próximo partido. La cita será en el Carlos Tartiere el próximo domingo a partir de las 17:30 horas en el encuentro que medirá a los azules ante el Leganés.
