Para aprender: Las chicas dan ejemplo de derbi asturiano
Los infantiles del Sporting y el Oviedo femenino se enfrentaron esta semana en un torneo en Cantabria dejando una imagen de la que tomar ejemplo
Debe existir rivalidad en un derbi. Si no, no sería un derbi. Una rivalidad bien entendida es lo que debería haber pasado el sábado en El Molinón. Lo ocurrido al término del partido da fe de que no fue así. Para todos los protagonistas implicados, las más jóvenes les brindaron un ejemplo de comportamiento este fin de semana. Los equipos infantiles femeninos del Oviedo y del Sporting se enfrentaron en tierras cántabras en la Oceja Cup, celebrada en Santillana del Mar.
Ambos equipos se cruzaron unas horas después del bochorno vivido en El Molinón. En la mañana del domingo, azules y rojiblancas se encontraron en la semifinales del torneo organizado por el Oceja cántabro en fechas de Semana Santa. El triunfo sería para las chicas de Mareo, que vencieron por 3-0 gracias a los goles de Allende, Irene Lobato y Alejandra. Sin embargo, la imagen no sería esa. Al término del partido, jugadoras y cuerpo técnico de ambos equipos posaron sobre el césped en una imagen de la que bien podrían tomar ejemplo las directivas de Sporting y Oviedo.
🤝🏻 DISFRUTANDO DEL FÚTBOL 🤝🏻
— Real Oviedo Femenino (@RealOviedoFem) April 17, 2022
Nuestro Infantil A ha disputado la semifinales del Torneo Oceja contra el @RealSportingFem#RealOviedoFemenino 🔵⚪ pic.twitter.com/s6NyVny2tm
Una escena la vivida en Cantabria que difiere mucho de lo visto en Gijón. Las jóvenes futbolistas de un equipo y otro demostraron que la rivalidad bien entendida no es un imposible. Lo vivido en El Molinón es un capítulo más de una relación enrarecida entre ambas entidades, motivada por errores de bulto desde ambos sectores. La acción de los jugadores del Sporting sobre Femenías es algo injustificable. Al igual que tampoco tiene justificación que ambos clubes no sepan capaces de convivir. Tuvo que ser en Cantabria donde las pequeñas demostraran lo que debe ser un derbi. Para que los mayores cojan papel y bolígrafo.