Un descarte por equilibrio

Tiene uno de los contratos más largos del Sporting de Gijón, hasta el 30 de junio de 2025, un salario importante y su situación es compleja. Víctor Campuzano es uno de los futbolistas que el club ha apuntado para aligerar la masa salarial y ganar margen en el mercado de las incorporaciones. 

Solo jugó ocho minutos en el reestreno de Abelardo y fue decisivo con la asistencia del gol para el empate ante el Huesca. Sin embargo, eso no le sirvió y se quedó en blanco las dos citas posteriores al partido de El Alcoraz. Tampoco fue titular en la última jornada de LaLiga SmartBank, en la que el técnico asturiano dio entrada a buena parte de los jugadores menos habituales. 

La decisión de Abelardo es clara. Así se lo ha dicho a Javi Rico y el futbolista conoce las intenciones. La entidad asturiana tratará este verano de alcanzar un acuerdo para la rescisión del contrato de Campuzano o, en su defecto, encontrar una cesión que reduzca su impacto en el margen salarial. Una vía, esta última, menos productiva para equilibrar el gasto de la plantilla y beneficiar la llegada de incorporaciones. En Mareo, incluido el entrenador, no ponen en duda las capacidades del delantero catalán, aunque intuyen que su ficha está por encima del rendimiento que pueda ofrecer. Es por eso que su salida ejercería de llave para abrir otras puertas. 

Hasta la fecha, Víctor Campuzano no ha tenido éxito vistiendo la camiseta rojiblanca. Su llegada fue una iniciativa de David Gallego, quien no avaló la incorporación de otros delanteros en el mercado de invierno de la temporada 2020-21. Su empeño terminó haciendo posible una operación que finalmente se cerró sobre la bocina. En cualquier caso, las lesiones han marcado su trayectoria y actitud ante la adversidad. Ahora, el canterano del Espanyol parece haber dejado atrás su infortunio físico, pero no entra en los planes del club. Su descarte es más bien un motivo económico.