Una solución nunca vista para ganar en contundencia

"Nos lo hemos planteado, aunque no solo para este partido. También para el primero, el segundo y el tercero. Al final hemos decidido en función de los jugadores y los entrenamientos quienes son los jugadores que conformen ese pivote". Las palabras son de José Luis Martí y el tema es una posibilidad que se barrunta. José Gragera y Christian Rivera son dos futbolistas de un corte similar. Dos jugadores físicos que suelen actuar por delante de la defensa. En un momento en el que el Sporting de Martí se muestra más endeble que nunca a nivel defensivo, con una media de dos goles encajados por encuentro, la opción de juntar a Gragera y a Rivera en el mismo once puede ser el candado que busca el Sporting. Sería una novedad total. 

Dos jugadores del mismo corte que nunca han coincidido en la misma foto inicial. Cuando juega Gragera, no juega Rivera. Y viceversa. Ambos han compartido ratos en los últimos encuentros, aunque de forma eventual. En lo que va de temporada, el '16' y el '17' han coincido durante 92 minutos en liga, repartidos en seis encuentros diferentes. Nunca han jugado más de 20 minutos de forma conjunta. El pitido final o una variación desde el banquillo rompía el centro del campo más físico y defensivo que puede presentar al Sporting.

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En el último partido ante el Tenerife, ambos se encontraron en el centro del campo durante siete minutos. La salida de Christian Rivera con dirección al banquillo para dar entrada a un delantero llegó acompañada del gol canario. Un tanto en el que la jugada nace de una falta de contundencia en el centro del campo. Un desajuste defensivo tras retirar el doble pivote defensivo. Casualidad o no, el gol rival llega cuando el Sporting pierde a la pareja menos ofensiva de la que dispone para plantar en el centro de la defensa. 

Por separado, Gragera y Rivera se han repartido las titularidades a lo largo de la temporada. Pivotes defensivos que siempre han estado solos en su labor defensiva. Gragera suma 21 titularidades, Rivera ocho. Pero nunca de forma conjunta. Para parar la sangría defensiva, Martí se plantea la unión de los dos futbolistas con mayor capacidad para la destrucción del juego rival. Una faceta que le está costando demasiados puntos al Sporting, especialmente en las rectas finales. Ante el Leganés, se le vuelve a presentar la posibilidad de alinear un pivote defensivo para paliar la sangría defensiva. 

Agresividad bien entendida
La poca contundencia del Sporting la demuestra la estadística de infracciones. Solo por detrás del filial de la Real Sociedad, el Sporting es el segundo equipo que menos faltas comete de la competición. No es un dato favorable. La falta de agresividad en determinados momentos del juego ha lastrado al equipo, como en el reciente partido ante el Tenerife. No hacer una falta para parar un ataque rival costó un gol. El dato refleja que el Sporting ha realizado 353 faltas, unas 130 menos que las que comete el Ibiza, el equipo más 'intenso' de Segunda división. 

La entrada de un centro del campo conformado por Gragera y Rivera puede ayudar a mejorar esta estadística. Mejorarla, en el buen sentido. José Luis Martí explicaba esta mañana la necesidad de ser más inteligentes en este sentido. "Estoy totalmente de acuerdo en que debemos hacer más faltas. Debemos interrumpir más el juego del rival en su propio campo", explicó el entrenador del Sporting. Ante el Leganés, Martí tiene la llave para ganar en consistencia con un esquema nunca visto en esta temporada.