Villalba para todo
El valenciano pasó de la mediapunta al pivote cuando el equipo buscaba la remontada ante el Eibar
David Gallego, al menos, lo intentó. En la recta final del partido ante el Eibar, con el equipo buscando el gol del empate sin acierto, el Sporting de Gijón no agotó los cambios, pero si las ventanas disponibles. Dio entrada a Eric Ramírez por Pedro Díaz, con lo que el equipo rojiblanco perdía una pieza fundamental en el centro del campo. Para subsanar el vacío en el centro, el técnico retrasó la posición de Fran Villalba para situarlo a la altura de Christian Rivera. Una posición nueva que es una más para el '21' rojiblanco.
Desde su llegada a Gijón, Fran Villalba ha aparecido por varias zonas del esquema de Gallego. Ya no solo en la mediapunta, su lugar predilecto y en el que mejor rendimiento ha ofrecido desde que viste la camiseta rojiblanca. Ante la ausencia de extremos, Gallego optó por alinear al valenciano en una banda en varias ocasiones. Por ejemplo en Valladolid, donde el jugador terminó ahogado tras pasar enfermo más de la mitad de la semana. Las características de Fran no son las idóneas para un extremo y el técnico del Sporting lo sabe. Por ello, cuando lo alineaba en los laterales, la consigna a Villalba era clara. "Libertad total". Ni con esas. El centrocampista del Sporting no terminó de encajar alejado del centro.
En el partido ante el Eibar, Villalba descubrió una nueva posición. Nunca había jugado tan retrasado desde que había llegado al Sporting y el equipo lo notó. Sin la presencia del valenciano en la zona de finalización, al equipo le costaba llegar para encontrar ese último pase. La entrada de jugadores de referencia arriba, como Ramírez o incluso Pablo Pérez en la recta final, desembocaron en mucho más balón aéreo, donde el Sporting tampoco fue todo lo contundente que se podía esperar. Gallego trató de volcar al equipo, pero dejó más alejado del peligro a su creador más peligroso.
En la banda, en el pivote o en la mediapunta, Villalba siempre está. Es el jugador, tras Diego Mariño, que más minutos acumula esta temporada con el Sporting. Más de 2100 minutos de juego para un futbolista que se ha ganado su plaza en el futuro rojiblanco. La opción de compra ejercida por el conjunto rojiblanco es el premio a un jugador que llama la atención en la Segunda división dentro un equipo que no termina de levantar la cabeza.