Abelardo, Irarragorri y una carta sin respuesta

Dio para mucho la rueda de prensa de Alejandro Irarragorri. Entre otras cosas, sirvió para volver a poner de manifiesto las difíciles relaciones entre Abelardo y la cúpula del Grupo Orlegi. Tras el cese del entrenador en el mes de enero, una situación inesperada por parte del Pitu, el extécnico rojiblanco no quiso hacer declaraciones. La relación se tensó más aún cuando el desacuerdo a la hora de fijar el finiquito llegó hasta los juzgados, donde se decidirá la cuantía a percibir por Abelardo por el despido considerado como improcedente. 

Tras dos meses de silencio, más allá de unas palabras de David Guerra remitiéndose al servicio jurídico del club, Alejandro Irarragorri volvía a pronunciar el nombre de Abelardo. Lo hizo para hablar sobre una carta que envió al entrenador tras su salida. "Un día enseño la carta que le mande con todos sus compromisos y sus promesas que nunca me contestó. Jamás quiso reunirse conmigo. Pregúntaselo a él. Si la puedo enseñar, yo feliz de la vida", dijo en primer lugar acerca de la famosa carta.  

Entrando más en profundidad en el apartado epistolar, se conoció la fecha de la carta. "Es una carta durante su salida. Dentro de las muchas comunicaciones que tuve con él. Abelardo es y será siempre un ídolo de esta instituciones. Las razones de su salida son parte de la historia también. Yo siempre voy a estar abiertos al diálogo. Me gustaría llegar acuerdos, pero si no se puede...", explicaba el mexicano. 

No sería la última vez que saldría el nombre de Abelardo a la palestra. Uno de los desencuentros entre el entrenador y Orlegi fueron las declaraciones del asturiano acerca de la lesión que padecía Jeraldino en su llegada a Asturias. Unas valoraciones que no gustaron nada en México y que empezaron a menoscabar la relación entre ambas partes. "Si todo fuera tan simple... Hay cosas mucho más profundas en el final de la relación de Abelardo con el Sporting. Ese episodio ya acabó. No creo que sea una declaración la que marca el final", justificó Irarragorri. 

La relación entre Abelardo y el Grupo Orlegi fue deteriorándose, también, por los mensajes contrapuestos. Mientras que el entrenador hablaba de una realidad que finalmente acabó por cumplirse, desde la directiva se seguía apostando por un futuro más alentador en el corto plazo. El mensaje de Abelardo fue el acertado y el que encamina al Sporting a luchar por la permanencia. Un nuevo capítulo, cartas mediante, de una relación que terminó con el entrenador fuera de Mareo.