Un respaldo a medias y una misma línea argumental

Una rueda de prensa imprevista. El viernes, día fijado para la comparecencia previa de Miguel Ángel Ramírez, pasó a ser un día diferente. "Hay mucho que hablar, mucho que reflexionar y quiero compartir esto con nuestra afición, la gente que vive, disfruta, sueña, anhela a través del Sporting de Gijón y obviamente estamos en una situación adversa". Así empezaba Alejandro Irarragorri una comparecencia de más de tres cuartos de hora en el que admitía el fracaso en su primer curso al frente del Sporting. 

Dentro de los muchos temas tratados a lo largo de la comparecencia, la figura de Miguel Ángel Ramírez no tardó en salir a la palestra. Primero con un capote hacia el técnico y luego con la puerta abierta a su continuidad en el Sporting de Gijón la próxima temporada. "No tengo duda de que experiencia tiene. No ha sido una temeridad en absoluto", defendió Irarragorri. Su bagaje en el fútbol profesional está siendo visto por muchos como una de las razones para la reacción nula del club en este tramo de temporada. "Él y su cuerpo técnico tienen las herramientas", dijo. 

No obstante, Irarragorri no quiso reafirmar al técnico. Fue cuestionado por la continuidad de Miguel Ángel Ramírez en el caso de que los resultados terminaran sin llegar de forma favorables. También sobre su futuro de cara a la próxima temporada. Pero el presidente no fue firme. "Siempre he enfocado mis relaciones en el presente. Tenemos que concentrarnos en lo que podemos controlar", explicó.

Más en concreto, sobre la continuidad la próxima temporada, Irarragorri evitó hablar de futuro. Un mensaje con una línea argumental similar a la empleada por Miguel Ángel Ramírez. "No puedo garantizar que yo vaya a estar aquí en los próximos veinte minutos. No se puede garantizar nada", se limitó a decir. 

A pesar de los resultados negativos, Ramírez tiene el amparo del Grupo Orlegi. La muestra es que el discurso común que ambos comparten. Al igual que ocurre con el entrenador del Sporting, su presidente también fue reacio a pronunciar la palabra permanencia como objetivo. "Hay 30 puntos en juego y vamos a pelear desde fuera y desde dentro con cuchillo entre los dientes por cada uno", fue su respuesta. Como Ramírez, Irarragorri también jugó al Tabú. Una sintonía a la que no le pone fecha de caducidad el presidente del Sporting.