Abelardo y el Sporting ponen la barrera
Los rojiblancos solo han encajado tres goles en los últimos ocho partidos y dos de ellos fueron de penalti
Luis Manso
El Sporting de Gijón está preparando el partido frente al Racing de Santander con la posibilidad de jugar con el nuevo sistema de tres centrales o el habitual con una defensa de cuatro. El equipo asturiano está trabajando con los dos esquemas estos días en Mareo.
Ya solo quedan dos sesiones antes de la cita de este sábado en El Sardinero. Dos nuevas jornadas de trabajo que servirán para que el Abelardo y los suyos confirmen su planteamiento para superar tácticamente al Racing de Santander. El Sporting ahora tiene mayor variedad en cuanto a la disposición de sus jugadores sobre el terreno de juego, lo que de algún modo siempre dificulta la lectura que hace el rival.
En ese sentido, la plantilla rojiblanca está ensayando con los dos sistemas esta semana. Quizá solo el cuerpo técnico conozca a estas alturas cuál va a ser el planteamiento, aunque sí que hay ciertas cosas que poco a poco se van despejando. En principio, por ejemplo, José Gragera volverá al centro del campo. Cali Izquierdoz ya está recuperado, llegará a Santander con cuatro entrenamientos completos en sus piernas, por lo que todo apunta a que será titular junto a Insua en el centro de la zaga. Sería Bruno el tercer hombre si finalmente la apuesta vuelve a ser una defensa de cinco.
La segunda o la otra alternativa pasa por el centro del campo con los dos pivotes y un mediapunta. Rivera, Gragera, Pedro Díaz y Zarfino, tres de los cuatro, ocuparían ese lugar. El uruguayo ha sido y es un futbolista básico en los planes del entrenador, pero de todos ellos es el que menos ritmo de competición tiene. Por contra, de todos los centrocampistas centrales es el que teóricamente mejor se adapta a la mediapunta.
Para definir la idea, el conjunto asturiano dispondrá de dos entrenamientos más. Después del último tendrá lugar la rueda de prensa de Abelardo, que no desvelará sus planes. Al margen de los resultados, lo que sí ha conseguido el técnico gijonés es encontrar la solidez defensiva que demandaba. En cinco de los últimos ocho partidos, entre Liga y Copa, la portería rojiblanca se ha quedado a cero. Y en los otros tres, en la suma de todos, el Sporting solo ha encajado tres goles. Dos de ellos fueron de penalti. Una mejoría que coincide con la vuelta de José Gragera tras su lesión. El centrocampista ha jugado en siete de esos ocho encuentros.
