Álvaro Cervera le da una vuelta al dibujo

En los planes de Álvaro Cervera no hay lugar para la improvisación. El técnico guineano del Real Oviedo tenía clara, desde su llegada al banquillo del Carlos Tartiere, su idea para reconducir una dinámica abocada al fracaso. Gracias a la rápida y efectiva implantación de su estilo, hoy el club carbayón puede presumir de haber encontrado su identidad.

Los azules empezaron por echar el cerrojo a su propia portería, primer mandamiento para ganar los partidos desde la imbatibilidad. Desde que llegó al vestuario carbayón, el Real Oviedo encajó 11 goles en 15 jornadas, y alcanzó dejar la portería a cero en ocho encuentros. Cervera ha conseguido hacer de este Oviedo un equipo ordenado y que supiera imponer su estilo al rival.

Mejorada la faceta defensiva, tan solo quedaba darle una vuelta al sistema en ataque. El guineano apostó en la mayoría de encuentros por un reconocible 4-4-2, con Borja Bastón y Sergi Enrich como principales estandartes del ataque. En las bandas Cervera quiso sacarle mayor rendimiento a los recursos de los que disponía, pero su intención, con el mercado de invierno a la vista, era reforzar los costados con futbolistas más verticales y que se adaptaran mejor a su idea de juego.

El preparador azul vio cumplidos sus deseos con la llegada de Leo Sequeira, primero, y Raúl Moro y Manu Vallejo, después. Sin embargo, al segundo rápidamente le encontró acomodo en una posición en la que en el Cádiz ya le había sacado un mayor rendimiento. Es decir, no colocarlo en la banda, sino acompañando al delantero en la búsqueda del gol, apostando por un híbrido entre el 4-4-2 y el 4-4-1-1.

El pasado viernes ante el Málaga, Cervera optó por situar al gaditano en la doble punta junto a Borja Bastón, aunque con Vallejo un poco más retrasado que el '9' azul. El debutante en el once ayudó en todo momento como enlace entre el centro del campo y el madrileño, y tras la lesión de Bastón avanzó unos metros en la búsqueda de un 4-4-2 más puro, lo que le ayudó a firmar el gol de la victoria. 

Este cambio en el dibujo implicó echar a la banda izquierda a Koba Lein, cuya posición hasta la fecha siempre ha sido la de enganche desempeñando las labores de un mediapunta más puro que Vallejo. En cualquier caso, Koba también despachó un buen partido y ayudó por banda a buscar el desborde.

Conseguida la victoria en Málaga, Cervera ya parece haber encontrado la fórmula perfecta en ataque, a la espera también de que futbolistas importantes como Hugo Rama o Borja Sánchez vuelvan al ruedo. Mientras tanto, veremos ahora si Cervera se apoya en la máxima de que aquello que funciona no se debe tocar. Si es así, es muy probable que ante el Burgos en el Carlos Tartiere el guineano repita un dibujo al que Vallejo le ha dado el ingrediente definitivo a un Real Oviedo hambriento de gol.