Cali Izquierdoz corrobora su fidelidad
El central argentino recibió ofertas de Primera división cuando ya tenía apalabrada su llegada al Sporting, pero las rechazó por jugar en Gijón
Luis Manso
El Sporting de Gijón finalizó hace unas semanas un mercado de fichajes atractivo. A la llegada de jóvenes talentos, se unieron futbolistas de talla y experiencia internacionales llamados a dar un salto de veteranía a la plantilla. El máximo exponente de este último grupo llegó desde Argentina. Cali Izquierdoz dejó Boca Juniors para unirse a un equipo de Segunda división. Un futbolista cuya llegada parecía un imposible hace unos meses pero que se acabó convirtiendo en realidad. Gracias, en especial, al firme compromiso del central a jugar en el Sporting.
Cuando los primeros rumores comenzaron a emerger, Chicho Serna se encargó de confirmarlos. El directivo de Boca explicó la cercanía de la salida de Cali al Sporting de Gijón, provocando un gran revuelo en el entorno xeineze. Esas palabras también activaron el radar de varios clubes. Equipos de la Primera división española, la MLS y la Liga MX trataron de torpedear a última hora el fichaje del central por el Sporting. Sin embargo, el futbolista ya había dado su palabra a que jugaría en el Sporting. Ni ofertas mucho más potentes en el plano económico y deportivo pudieron hacerle cambiar de parecer.
El firme compromiso de Cali Izquierdoz con la entidad quedó claro con su rotundidad. Tras alcanzar un acuerdo con el Grupo Orlegi para debutar en Europa, no había vuelta atrás. Ni siquiera los ofrecimientos desde México, país donde fue un jugador de gran relevancia en las filas de Santos Laguna, pudieron evitar que el central argentino vistiera la camiseta del Sporting. Un futbolista que se aclimatado rápido a Gijón y al Sporting.
A sus 34 años, Cali se ha hecho con una plaza fija en el centro de la defensa. Junto a Insua, ha jugado todos los minutos de competición en las cinco jornadas disputadas. No hay descanso alguno para un central que, además, se ha convertido en un auténtico líder en el vestuario. Es una de las voces autorizadas a la hora de la conjura, apoyar la charla táctica o liderar los movimientos de la defensa a lo largo del partido. Además, ya sabe lo que es marcar un gol con la camiseta del Sporting. Esa por la que rechazó proyectos mayores. Un hombre de palabra.
