Carlos Muñoz: “La situación del Oviedo se asemeja mucho al año que ascendimos”

Toda una vida dedicada al gol, y la mayor parte de ella como delantero del Real Oviedo. Así se podría resumir la carrera de Carlos Muñoz, que a pesar de haber colgado las botas hace unos cuantos años trata de ayudar a su equipo desde cualquier parte. En la actualidad cumple su segunda campaña como embajador del club, todo “un orgullo” para él, y convive a diario con la plantilla azul. El ariete, que cuenta con mucha experiencia en esto del fútbol, no duda: “Estamos en una situación privilegiada”. 

El empate ante el Mirandés del pasado domingo fue un jarro de agua fría importante para el cuadro azul, un “varapalo” para Carlos porque “todo el mundo pensaba que iba a ser mucho más fácil”. Pero a pesar del resultado, el equipo sigue en puestos de play off y a tan solo tres puntos del ascenso directo, una dinámica que cualquiera habría firmado al inicio. “Dependemos de nosotros mismos y confío plenamente en esta plantilla y en este cuerpo técnico porque las cosas se están haciendo bien”, asegura en una entrevista concedida en Directo MARCA Asturias. 

Repasando su trayectoria es imposible dejar a un lado la temporada 87/88, en la que Carlos, pichichi, y el Oviedo suben de la mano a Primera División, el último ascenso de los azules. "El equipo estaba hecho para asentarse en la categoría y al año siguiente intentar subir a Primera. Este Oviedo actual me refleja mucho la situación que viví aquí el año del ascenso: hay humildad, trabajo, amistad, alegría… Hay muchas cosas que se asemejan a mi año”, continúa. Aquel Oviedo finalizó el curso en la 4ª posición y disputó la promoción ante el Mallorca. “Lo conseguimos a pesar de que nadie lo esperaba, ni nosotros mismos”, confiesa el jienense. 

El actual Oviedo trata de repetir aquella temporada mágica, pero aunque Carlos encuentre similitudes, también hay diferencias. “Ahora hay muchas ganas de conseguir algo que lleva mucho tiempo sin conseguirse, esa presión es un añadido que complica aún más los partidos. Ya empiezan los nervios porque todos los equipos quieren ganar”. Eso sí, Carlos tiene clara la fórmula del éxito: “la tranquilidad”. 

Saber jugar partidos como el del otro día y con mucha más tensión en la recta final será clave. “Vienen partidos muy difíciles y hay que jugar con tranquilidad, haciendo lo que hemos hecho desde que vino Carrión”. Pero sobre todo trata de restar importancia al tropiezo frente al Mirandés. “No hay que meter tanta presión por empatar un partido porque no conviene mucho, sobre todo a nivel interno” y recalca que  “los jugadores no renuncian a nada. Comprenden la dificultad que hay, que podemos quedarnos fuera, dentro o incluso subir directamente”, concluye.