Cazorla: "No te imaginas lo feliz que soy cada mañana cuando voy a El Requexón"

Fue el fichaje del verano en el Real Oviedo y, casi con total seguridad, en toda la Segunda División. La llegada de Santi Cazorla (Llanera, 1984) cerró el círculo propio de un joven niño que tuvo que irse fuera y al que siempre le quedó esa espinita de jugar en el equipo de sus amores. “Defender los colores de este equipo en el fútbol profesional es la ilusión que tenía desde pequeño”, asegura en una entrevista en el diario El País.

Y ese sueño pudo cumplirlo el pasado 24 de septiembre cuando saltó al césped del Carlos Tartiere en el encuentro ante el Real Valladolid. Aquel día el conjunto azul cayó derrotado (0-1), pero Santi ya dejó constancia de su calidad. El centrocampista recuerda con pena su última vez de corto en el feudo carbayón, allá por el verano de 2003. Cazorla comenzó a entrenar con el Oviedo recién descendido a Tercera División, pero tras una charla en la que le comunican que no hay dinero para tramitar su ficha, decide marcharse. “Pasé nueve años en la cantera, me fui con 17 y durante todo ese tiempo ese sueño no desapareció”, continúa. 

Cazorla cuenta con protagonismo en cada encuentro, aunque por ahora lo hace partiendo desde el banquillo. Al llegar en el mes de agosto necesitó una mini pretemporada para ponerse a tono y la llegada de Luis Carrión ha impulsado su presencia en el equipo. El técnico catalán ha aprovechado cada comparecencia para halagar al ‘8’ y se espera que en las próximas semanas incluso pueda ir a más. Hasta el momento acumula 90 minutos repartidos en cinco encuentros, pero en los últimos ya ha tenido casi media hora para mostrarse. 

Y salga como salga lo deportivo, él tiene claro que viene a aportar en lo que pueda. Y así lo está haciendo. La venta de camisetas con su nombre ha reportado un gran beneficio económico a la entidad, así como su trascendencia a nivel mundial siendo noticia en numerosos medios prestigiosos. Y parte de ese dinero –concretamente un 10%– se destinará a potenciar la cantera por petición propia del futbolista. 

Lo que está claro es que además de cumplir ese sueño está disfrutando cada entrenamiento. Y como es habitual en él, siempre con una sonrisa. “Es algo que me dice mucha gente, que hay mucho que perder y poco que ganar, pero estoy cumpliendo un sueño. ¿Qué pierdo? ¿Qué no salga bien? Bueno, es algo que tengo que asumir. Por eso vengo con estas condiciones. No quiero ser un estorbo. Tampoco restar. Vengo a aportar. Y no te imaginas lo feliz que soy cada mañana cuando voy en el coche y cojo el camino de El Requexón camino del entrenamiento”, concluye Santi.