Del modo que sea, Jony merece una despedida

El futbolista sigue al margen del equipo y, aunque no está descartado, es complicado que pueda tener minutos este domingo

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Jony gol
Jony celebra con rabia el tercer gol ante el Villarreal B
Mar, 23/05/2023 - 21:27

La tercera etapa de Jony no pudo ser. Había dejado el listón muy alto con su rendimiento en el ascenso de 2015 y la permanencia en 2016. También con su llegada en el mercado de invierno en el curso 2017-18, cuando el Sporting de Gijón estuvo a punto de conseguir el ascenso directo gracias, en buena medida, a su sobresaliente rendimiento. Por eso su regreso multiplicó la esperanza de la afición. Había motivos. 

Sin embargo, a Jony le ha jugado una mala pasada tanto sus lesiones como la autoexigencia. La campaña pasada también aterrizó en enero y no fue capaz de acercarse a su mejor nivel. Las lesiones le mermaron y terminado el campeonato se propuso devolver el cariño que había recibido. Quería demostrar a todos, y a él mismo, que su vuelta tenía una justificación deportiva. Así que volvió en verano. 

Hasta entonces, hasta que se alcanzó un nuevo acuerdo con la Lazio, Jony apenas tuvo vacaciones. Se incorporó al Sporting durante la pequeña concentración en Alicante y, ya a primera vista, evidenció que había hecho con nota los deberes. Él mismo había sido el más decepcionado por no cumplir con las expectativas creadas. 

La historia, a pesar de su voluntad, se repitió esta campaña. Pronto llegaron las lesiones, una detrás de otra, y no se lo podía explicar. Su gol ante el Villarreal B fue la única alegría que tuvo. Un chispazo que se quedó en eso. Los médicos, una y otra vez, le tenían que parar para no incorporarse antes de tiempo y evitar las recaídas. Les hizo caso, pero ni con esas. Los parones impedían la puesta a punto de un futbolista que siempre ha necesitado el esfuerzo continuado de máxima intensidad para alcanzar su mejor condición. Sus roturas, incluso, empezaban a ser por cuestiones psicológicas. En los últimos meses ha trabajado sin descanso con Lorenzo del Pozo. Dentro y fuera de Mareo. 

Eso es probablemente lo que más le ha penalizado en su tercera etapa. La autoexigencia. Sus compañeros así lo afirman. En el vestuario y en Mareo sus decepciones eran compartidas por todos. Jony quería volver a triunfar como rojiblanco, la afición suspiraba por un nuevo héroe y la plantilla necesitaba un futbolista que marcara las diferencias. Y nadie ha sido más determinante que Jony en los últimos 10 años.

Ahora, tras más ausencias que presencias, ha sido objeto de la crítica por una pequeña parte de la afición. La misma que por la determinación de Jony se levantaba de su asiento de El Molinón, o en el sofá de su casa, cuando él decantaba partidos claves para el ascenso de 2015. Lo mismo para la permanencia del 2016 o el casi ascenso en 2018. 

A sus 31 años, Jony no volverá a triunfar como local en El Molinón. Ya lo hizo en muchas ocasiones y por eso, del modo que sea, tendrá una despedida. Si no es sobre el terreno de juego este domingo, lo que parece complicado, el club tendrá especial sensibilidad con él. A la larga, quienes estos meses han perdido la memoria sí que recordarán sus mejores momentos. Por cierto, Jony está seguro de que aún le queda fútbol por delante.