El mensaje de resiliencia de Homenchenko

El mediocentro uruguayo, expulsado ayer en Cartagena, ya piensa en resarcirse: "A masticar rabia y transformarla en rendimiento"

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Homenchenko
Santiago Homenchenko
Mar, 23/04/2024 - 15:33

Santiago Homenchenko debutó como titular con el Real Oviedo este pasado lunes ante el Cartagena. Sin embargo, su estreno no fue como él hubiera deseado. Después de completar 44 buenos minutos sobre el terreno de juego, el uruguayo fue expulsado por Oliver de la Fuente Ramos tras dos amarillas, la primera de ellas rigurosa y muy protestada por el oviedismo.

Tras este aciago estreno, el cual condicionó el devenir del resultado, Homenchenko ha utilizado sus redes sociales para mandar un mensaje a la afición oviedista: "El de arriba siempre mira para abajo. Recuerden: A masticar rabia y transformarla en rendimiento", expresó el mediocentro uruguayo en su perfil personal de Instagram, acompañado de varias fotos del partido y una que rezaba la siguiente frase: "Por mis venas corre sangre y litros y litros de resiliencia".

Su publicación estuvo arropada por los comentarios de varios de sus compañeros en el vestuario azul. "Vamos guacho", le comentó Colombatto. Jonathan Dubasin, por su parte, le escribió: "Vamos con todo, hermano". Su entrenador, Luis Carrión, le dedicó buenas palabras tras el encuentro, a pesar de la expulsión. "Creo que el rato que ha estado lo ha hecho bien. Tiene buen desplazamiento de balón. La pena ha sido la tarjeta", se refirió el técnico del Real Oviedo.

Su expulsión en Cartagonova podría venir acompañada de una sanción mayor. Mientras abandonaba el terreno de juego, Homenchenko se refirió al cuarto árbitro en los siguientes términos: "Sois muy malos", fue lo que reflejó De la Fuente Ramos en el acta arbitral. El club y el futbolista están a la espera de conocer el castigo impuesto por el estamento arbitral.

Para justificar las dos tarjetas amarillas mostradas a Homenchenko, el colegiado castellanoleonés alegó "derribar de forma temeraria a un contrario en la disputa del balón", en la primera acción, y "dar una patada de forma temeraria", en la segunda. La actuación del árbitro, decisiva a todas luces en el devenir del partido, causó la indignación de la afición oviedista.