Épico Alimerka Oviedo: Los carbayones asaltan el Movistar Arena
El equipo de Javi Rodríguez, que llegó a ir perdiendo por 24 puntos, logró una prestigiosa victoria (76-81) ante el todopoderoso Estudiantes
Quién se lo iba a decir al Alimerka Oviedo que esta mañana escribiría una página dorada más en su corta y modesta historia. Un triunfo en la casa de Movistar Estudiantes (76-81) de esos que hacen afición y aúpan el nombre del OCB a la primera línea de escaparate. Una victoria que eleva la ilusión al cubo de quienes tienen presente su travesía en las categorías más humildes del baloncesto español. Y no hace tanto de eso.
Con la ausencia de Hutchinson, que causó baja en el equipo tras la rescisión de mutuo acuerdo con el club, el Alimerka Oviedo se plantó en el Movistar Arena sin ningún tipo de complejo ante un Estudiantes que pronto demostró su potencial. Los Francis Alonso, Granger, Garino y compañía lucieron músculo en los primeros compases para marcar territorio: 26-9 en el primer cuarto y la sensación de que a los carbayones se les iba a hacer muy largo el partido.
En el segundo cuarto más de lo mismo. Los de Pedro Rivero no levantaron el pie del acelerador y siguieron maniatando a un OCB sin ideas, falto de ritmo y totalmente errático en el aro rival. La máxima renta para los locales llegó en el tercer minuto de juego, con 24 de ventaja para los madrileños (33-9). Lejos de dejarse llevar, Raúl Lobaco, Langarita y Duscak (MVP con 8 asistencias y 21 de valoración) se echaron el equipo a la espalda y empezaron a derribar el aro estudiantil, para incredulidad de los 10.325 espectadores que se dieron cita en el coliseo capitalino. Al descanso ya llovía menos: 42-35.
Con diferencias en el marcador mucho más asumibles, el Alimerka Oviedo se lo empezó a creer en la segunda parte. Con un tercer cuarto en el que los madrileños supieron, al menos, conservar rentas de cinco, seis, siete u ocho puntos, la reacción definitiva llegó en el último período. Raúl Lobaco, que terminó siendo el máximo anotador del partido con 22 puntos, siguió bombardeando desde el triple y Valinotti, con una actuación estelar en los últimos minutos, demostró por qué a los argentinos no les tiembla el pulso en los escenarios más imponentes.
Con apenas tres minutos jugados del último cuarto, el Alimerka Oviedo ya logró ponerse por delante en un marcador electrónico que difícil cabida tendría en Pumarín. Era el cuarto feliz y al OCB le salía casi todo. Al Estu le empezó a temblar el pulso y a los árbitros también, con decisiones un tanto incomprensibles. El OCB tuvo templanza y madurez para gestionarse bien en los últimos minutos y, de paso, silenciar el Movistar Arena. Un pabellón que terminó claudicando, una vez más, ante los Martí, Cosialls, Mikel, Lobaco, Duscak y cía. 76-81, un resultado tan épico como memorable.