Gerardo y Salomón: Así persuade, renueva o ficha el Sporting

Es el más desconocido para todos. No se deja ver en exceso, se sorprende cada vez que su nombre aparece en los medios de comunicación o en las redes sociales. Le gusta trabajar alejado del foco de atención, por lo que procura siempre mantener un perfil bajo. Él es Salomón Behar, uno de los hombres fuertes de Orlegi Sports en las negociaciones de mercado. Él y Gerardo García hacen una labor común, cada uno en su parcela, con la que el Sporting de Gijón cierra fichajes, renovaciones del primer equipo y acuerdos deportivos relevantes para el club. 

Llegó a Gijón con Orlegi en el verano de 2022 y poco a poco terminó instalándose en Mareo. Salomón Behar forma parte del organigrama de la empresa mexicana, pero lo cierto es que su implicación con el Sporting es cada día mayor. Sigue siendo una parte importante para Atlas y Santos Laguna y, últimamente, imprescindible en el Sporting.

Junto a José Riestra, que recientemente ha sido nombrado jefe de dirección deportiva de Orlegi, el gijonés Gerardo García lidera la gestión deportiva de la entidad asturiana. También es poco dado a dejarse ver, sobre todo, tras su salto desde la representación de jugadores hacia la gestión del club rojiblanco.

Gerardo establece las prioridades del primer equipo, se apoya en gente como Fredi Lobeiras, y finalmente decide cuáles son las mejores opciones. Lo hace tras iniciar las conversaciones, transmitir el proyecto, las posibilidades económicas, así como la sensación que le produce la respuesta del jugador. 

En esa persuasión también entra en ocasiones el entrenador y David Guerra. El presidente ejecutivo permanece constantemente informado del desarrollo de las conversaciones, pero no negocia las condiciones de los contratos. Ese suele ser el momento de Salomón Behar, quien se encarga de rematar las operaciones cuando estas van por buen camino. Gerardo inicia y Salomón remata. En esa fase final también entran los abogados para la redacción de contratos. 

Este proceso Orlegi es opuesto al anterior. Antes del traspaso de la propiedad, el expresidente Javier Fernández también intervenía en las decisiones deportivas. Incluso en las negociaciones y en los números de las operaciones. Para la selección se apoyaba en el director deportivo, mientras que para la ejecución contaba con Ramón de Santiago. En cualquier caso, su modelo de gestión era 'presidencialista'.