Jaime Álvarez da las claves del paso adelante de la cantera del Oviedo
El entrenador del Vetusta también valoró su futuro: "cuando termine la temporada será el momento de pararse a pensar, pero aquí estoy a gusto y eso es lo más importante"
95 partidos al frente del club, un ascenso a Segunda Federación y una holgada permanencia en la misma categoría, ese es el gran bagaje de un Jaime Álvarez que es pieza clave en el Real Oviedo Vetusta. Su influencia en el filial azul va mucho más allá de resultados. Él mismo lo dice: su prioridad es la formación de los jóvenes. Y en los últimos años el primer equipo se ha nutrido constantemente de canteranos, ese es su gran orgullo. Y ahora, en su tercera temporada al frente del equipo –y con una plantilla muy joven– trata de conseguir una nueva permanencia. Radio MARCA Asturias entrevista al técnico asturiano tras conseguir dos victorias consecutivas por primera vez este curso.
La formación es lo primero, pero los resultados ayudan: “Evidentemente. tenemos muy claro que la formación está por encima de todo y que estamos para que cuando arriba digan ‘ya’, los futbolistas estén preparados. Está claro que cuando ganas es un poco más fácil, sobre todo para unos chicos tan jóvenes, porque es un chute de moral enorme. Conseguimos encadenar dos victorias consecutivas por primera vez en la temporada, pero a nivel clasificatorio la cosa sigue estando complicada. Ahora tenemos un poco de aire. Hay que afrontar las próximas jornadas con mentalidad positiva”.
¿Ayuda jugar en Segunda Federación para la formación?: “El futbolista que está preparado, lo está en cualquier categoría. El ejemplo se ve fácil: el futbolista más cercano al primer equipo ahora mismo por las circunstancias es Jaime (Vázquez), que viene de jugar en juveniles en el Madrid y en una categoría más baja que la División de Honor. Desde que se creó la Segunda Federación, la Tercera ha bajado un poco el nivel porque hay muchos equipos que han ascendido. Ese nivel intermedio creo que es el adecuado para que el salto sea más corto. Para nosotros y para que el salto sea menor, considero que sería muy importante mantener la categoría. También para los chavales, no solo en cuanto a jugar contra mejores rivales, sino también en estadios más cercanos a lo que se ve en Segunda División”.
Estar en 2ª RFEF también puede ayudar en las incorporaciones: “Uno de los mayores reclamos que nosotros podemos vender a la hora de convencer o contratar futbolistas es la forma en la que está trabajando el club desde que yo estoy, en estos últimos tres años. El sacar jugadores al primer equipo, apostar por gente de la casa, que no le tiemble el pulso a ningún entrenador de decir «aquí está este chico, voy a apostar por él»… Económicamente no podemos competir con otros filiales, pero Oviedo es un sitio ideal por la cantidad de jugadores canteranos que están ahora mismo en el primer equipo y por lo que está apostando el míster de arriba por ellos. Quizá sea eso un reclamo”.
El caso de Jaime Vázquez: “Había llegado para estar con el juvenil, pero nosotros por necesidades desde el primer día hemos visto que tenía nivel y creíamos que podía ser importante para nosotros. Para mí, como dije, un futbolista de 17 años es lo mismo que uno de 22: si está preparado, está preparado. No solo Jaime, se me viene a la cabeza el caso de Marco (Esteban), que el año pasado empezó con el juvenil y ahora para nosotros es un fijo. Y además ha hecho 45 minutos muy buenos cuando le ha tocado participar en el Tartiere”.
El proceso de adelantar ciclos: “Hay muchas veces que perdemos la perspectiva. Por ejemplo, llevándolo al caso de Jaime y Marco, juegan en una de las posiciones más complicadas que hay en el fútbol. Si a eso le sumas que juegan los dos juntos, evidentemente es normal que en ciertos momentos pequen de esa inexperiencia. Son chicos por los que se apuesta y se cree que tienen condiciones para poder llegar al fútbol profesional, pero no debemos olvidar que todavía les queda otro año en edad de formación juvenil (son de segundo año). Lo que tengo claro es que si se apuesta por estos chicos, si un día fallan no se puede dejar de apostar por ellos porque sería meterle las dudas. El error forma parte de la formación. Yo tenía claro que los nueve partidos que Marco jugó con nosotros el año pasado le iban a servir para no tener que adaptarse este año a la categoría. A día de hoy podemos considerar que los dos están plenamente integrados en el filial y están en dinámica de primer equipo cuando se les requiere. Para mí están preparados para, de momento, estar en esta categoría. El tiempo y las necesidades dirán si están preparados para estar en una categoría superior”.
El Vetusta, una de las plantillas más jóvenes en su grupo: “Para mí la diferencia entre 17 y 18 es mínima, y más en un filial. Nosotros en los últimos años hemos apostado por este modelo y nos ha dado sus frutos hasta ahora. Conseguimos ascender al equipo aunque no fuera el primer objetivo, el año pasado lo conseguimos mantener con este formato y este le hemos dado continuidad. Creemos en los chicos que vienen y en los que están. No tenemos que perder la perspectiva porque hay otros futbolistas como Marco y Yayo, que son claves para nosotros, y todavía es su primer año sénior. ¿Cuál es el problema? Que ya llevan tres años en el filial y entonces parece que son futbolistas casi veteranos. Que seamos uno de los equipos más jóvenes no es cosa de este año”.
El trabajo de cantera es bueno, pero ninguno va convocado con la Selección: “No sé cuáles son los criterios a nivel nacional para poder decidir eso. Creo que si el futbolista sigue rindiendo al nivel actual, antes o temprano les terminará llegando su oportunidad. Por desgracia, no es habitual que un jugador del Oviedo suela ir a esas categorías inferiores con la Selección. Lo más cercano es el caso de Pablo Agudín, que ya lleva unas cuantas convocatorias. La recompensa al trabajo, si siguen estos pasos, antes o después se dará. Tampoco creo que a día de hoy sea el principal objetivo que tenga que mirar el club ni tampoco el jugador de forma individual”.
¿Por qué ningún aficionado del Oviedo duda de ti?: “No soy muy partidario de mirar opiniones ni leer mensajes, pero sí es cierto que cuando vas a algún campo a ver algo de fútbol la gente te transmite esa confianza. Evidentemente, el entrenador es esclavo de los resultados y nunca puedes agradar a todo el mundo. No suelo cambiar mis ideas ni mi forma de trabajar, gane o pierda, y a día de hoy va en consonancia con el club. Los resultados deberían ser secundarios. Estoy tranquilo con el trabajo que estamos haciendo y lo más importante es saber transmitir a los chicos que cuando las cosas van mal, lo que están haciendo está mejor de lo que consiguen realmente. Entiendo cómo es el fútbol y hay que tratar de buscar el equilibrio”.
El partido ante el Coruxo del próximo fin de semana: “Vamos a un campo complicado. Tal y como se está poniendo el clima estos días parece que no va a hacer buen tiempo. El campo es muy abierto al lado de la playa y suele hacer aire. Es un rival que empezó mal como nosotros, pero tuvo una racha de seis partidos seguidos ganando que les ha hecho estar ahí en esa zona tranquila de la tabla. No podemos desviarnos de lo que hemos hecho en estas últimas semanas”.
La tabla está muy apretada: “El año pasado ya fue así. Es una tendencia por el formato de la categoría. Solo somos 18 equipos, descienden cinco directamente y uno está condenado a jugar el play-out. Y otros cinco se la juegan por arriba. Eso hace que en una categoría de 34 partidos muy pocos equipos se descuelguen. Nuestro año pasado fue un poco similar. Peleamos por los puestos de abajo durante la primera vuelta y con un arreón final casi conseguimos meternos en playoff. Por una parte es mejor porque todos los equipos se juegan algo hasta final de temporada”.
Dos claves del paso adelante de la cantera del Oviedo: “La primera es la forma de trabajar que se está implantando en los últimos años y, sobre todo, el hecho de que si el futbolista que está preparado se le puede adelantar una etapa sin precipitarse. El fútbol son los futbolistas, con jugadores que no tengan talento ni ganas de trabajar es imposible. Se juntaron estas tres generaciones (2003, 2004 y 2005) que son muy buenas. Si a eso le sumas el clima de trabajo y el vestuario que nos hemos encontrado, que son una piña, pues es una de las claves que hacen que las cosas a día de hoy estén dando sus frutos a nivel cantera”.
Sobre tu futuro, ¿Has pensado dónde te ves en un par de años?: “No lo he pensado, igual que no me dio tiempo a pensar cuando el primer año llegué aquí porque fue muy rápido. Dejé de jugar y automáticamente estaba entrenando en una categoría que nunca había tocado como la Tercera División. Tampoco había tocado la Segunda Federación porque conseguimos el ascenso y el club decidió que yo tuviera que seguir. Este año las circunstancias han cambiado mucho, tanto la categoría como nuestra propia plantilla, pero a día de hoy lo único que me interesa es terminar el año de la mejor forma posible. Una vez termine la temporada será el momento de pararse a pensar. No tengo ningún problema en seguir en la base porque estoy acostumbrado a trabajar con chicos desde pequeño. Creo que es donde más puedes aprender. Estoy a gusto, estoy donde quiero estar y eso es lo más importante”.