La dolorosa reestructuración del Huesca que puede afectar al fichaje de Obeng

La Sociedad Deportiva Huesca vive un momento convulso en lo institucional. Hace dos semanas el club comunicó la salida de su hasta entonces presidente, Manolo Torres, tras un largo desgaste y ciertas desavenencias con algunos miembros del Consejo. Y esta mañana se convocó la primera reunión del consejo de administración sin su figura. En ella se sentaron las bases de la nueva política del club, marcada por la austeridad. 

El cuadro oscense acabará el curso con unos seis millones de euros de pérdidas, una cifra elevada que obligará al club a tener que realizar recortes en ciertos sectores. “La SD Huesca es un club sin deuda pero con déficit, que es transitorio. La pandemia y el descenso influyeron mucho”, aseguró Petón, a la vez que marcaba el camino a seguir. “Estamos a tiempo de volver a cifras económicas positivas, pero va a exigir una dolorosa reestructuración que ya ha comenzado”, prosiguió. 

El cuadro oscense se sometió a una auditoría y se llegó a una conclusión: deben rebajar un millón de euros en el personal del club, bien sea por despidos o por reducciones de salario. Y además el límite salarial volverá a ser un quebradero de cabeza. “Vamos a estar sobrepasados de nuevo en cuanto a fichas. Activaremos la palanca de la ayuda que queda del CVC”. Sin embargo, los directivos aseguran que no afectará a lo deportivo. “Haremos un equipo competitivo”.  

A pesar de la difícil situación económica, el club también ha conseguido ingresos importantes como la venta de Sandro Ramírez por un millón de euros, debido al ascenso de la UD Las Palmas. Aunque parte de ese dinero se ha ido hacia Eibar. El cuadro oscense tuvo que desembolsar la semana pasada 200.000 euros por Óscar Sielva, debido a que en su contrato de cesión figuraba una opción de compra obligatoria que los azulgranas han tenido que ejecutar. 

Y ahora, afrontan el mercado con esta nueva política de intentar reducir gastos, aunque con un objetivo claro para la delantera: Samuel Obeng. El ghanés, con contrato hasta 2024 en la entidad azul, cuenta con una cláusula de rescisión cifrada en cinco millones de euros, una cifra prohibitiva para cualquier club, pero el club le dejaría salir por una cifra mucho menor. 

El deseo del jugador es regresar a El Alcoraz, donde volverá a coincidir con su principal valedor: José Ángel Ziganda. El técnico navarro siempre le ha sacado el máximo nivel al delantero, que fue el fichaje invernal con más goles en la Segunda División, lo que también ha despertado el interés de otros equipos a nivel internacional. La sensación con el ghanés es que la operación irá para largo y que el próximo día 6 de julio, fecha en la que inician la pretemporada, estará en El Requexón.