La intervención menos sencilla para David Guerra
El presidente ejecutivo comparecerá ante los medios para transmitir a los aficionados cuál es el balance del club tras el periodo de fichajes finalizado
David Guerra volverá a dar la cara en un mal momento. Salvo cambio de agenda, el presidente ejecutivo comparecerá ante los medios de comunicación este jueves a las 10.00 horas. No será para él una intervención sencilla. Concluido el periodo de fichajes, sus declaraciones a lo largo de los dos últimos meses han sido muy cuestionadas.
Tras la autocrítica por la temporada pasada, David Guerra volvió a elevar el tono de la ilusión durante este verano. Una ambición que siempre ha caracterizado al discurso del Grupo Orlegi, que precisamente tiene en Guerra a su mayor portavoz en Asturias. Por esa labor como 'delegado' ha sido cuestionado como consecuencia del frustrado fichaje del delantero.
Por un lado, sus palabras están perdiendo credibilidad y, por el otro, es aún más cierto que su responsabilidad en materia de fichajes es menor. Es ahí donde la dirección deportiva debería dar explicaciones. La localizada en Gijón, con poca capacidad de decisión, y la del Grupo Orlegi en México.
En lo que respecta al mercado, son varios los ejes sobre los que se puede analizar. Han llegado buenos futbolistas y otros que todavía no lo han demostrado. Además, entre otros frentes, el Sporting asegura que no necesita vender y termina haciéndolo. Afirma que realiza una gran inversión en la plantilla, pero la percepción es otra. Ya son tres los traspasos en apenas 14 meses.
En esa línea de contradicciones, aparte los fichajes, la entidad asturiana persigue una profesionalización que la falta de recursos parece dificultarla. Por ejemplo, especialistas acreditados que llegan, se van a los pocos meses y son reemplazados por sustitutos sin apenas trayectoria. La campaña de abonados es otro aspecto fundamental en la gestión del Grupo Orlegi. Abonos de precios caros, de los más elevados de la categoría, que según afirma el club son necesarios para elevar el nivel competitivo. Una plantilla que careció de delanteros goleadores el curso pasado y que ha perdido efectivos en esta posición.
Estas, y unas cuantas más, son las asignaturas que a la nueva gestión se le están atragantando. Por contra, a la inversa también hay progresos. Son menos visibles, llevan su tiempo, pero la propiedad está convencida de que terminarán dando sus frutos. De momento, lo que sí es evidente es la apuesta económica y la dedicación del Grupo Orlegi. No está siendo recto el camino.