La polémica del derbi: opinan los protagonistas

Corría el minuto 47 de encuentro cuando a Djuka le cayó el balón dentro del área. El delantero del Real Sporting se hizo con el esférico tras el disparo de su compañero Varane y, rodeado entre Dani Calvo y Oier Luengo, cayó al suelo. El árbitro de campo, Gálvez Rascón, no señaló infracción a pesar de estar muy cerca de la jugada ni tampoco realizó ningún movimiento. Mientras, a escasos metros del colegiado, Bretones despejaba el balón a banda y Djuka se llevaba las manos a la cabeza, incrédulo ante la situación. El montenegrino lo tenía claro: le habían agarrado y era penalti. La polémica estaba servida. 

En ese momento llegó la tensión habitual. Desde la sala VOR estaban revisando la jugada y exactamente un minuto después, el árbitro de VAR, Ocón Arráiz, consideró que era penalti, por lo que llamó a Gálvez Rascón para que la fuese a ver a la pantalla. Y tras 42 segundos, decidió castigar la acción con penalti. A través de las imágenes, se observa que tanto Djuka como Dani Calvo se agarran. Sin embargo, ni la fuerza ni la situación es la misma. Calvo le agarra con más fuerza y, además, el delantero rojiblanco era el que tenía el esférico en su poder. Ahora bien, ¿era suficiente como para pitar penalti? ¿Era una decisión en la que debería entrar el VAR? Quién mejor para opinar que los propios protagonistas. 

El primero que se pronunció sobre la acción fue Álvaro Cervera. El técnico del Real Oviedo, sincero por naturaleza, no acostumbra a destacar las jugadas negativas de los colegiados, pero está vez fue directo al grano. "Creo que el resultado es justo, pero no como se ha producido, a mí por lo menos no me gusta. Ellos han merecido meter algún gol pero estas jugadas me cuesta admitirlas en el fútbol que yo he conocido y que he vivido toda la vida. El resultado es justo pero no se debe producir así, no se puede cambiar el signo del partido por este tipo de jugadas. Para mí, esta y todas las parecidas no son penalti", afirmó el técnico.  

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El protagonista de la acción también quiso hablar. Dani Calvo, capitán del Real Oviedo en el día de hoy, no tiene claro que haya cometido penalti. “Tengo mis dudas, porque hubo un agarrón mío y también de él. Solo he visto una toma, no hay que darle más vueltas. El árbitro tampoco lo vio, pero luego me dijo que vio un agarrón en parado y que tiene que pitarlo. Creo que fue un forcejeo entre los dos. Quedó un partido un poco descafeinado al final, pero seguimos sin perder”, aseguró el central. 

Sobre ese forcejeo habló precisamente Miguel Ángel Ramírez. El técnico del Real Sporting tuvo muy clara la acción desde el principio. "Lo hemos visto desde varias tomas, porque tenemos las mismas tomas en el banquillo que el VAR. He salido a decirle a los jugadores que era penalti, que estuviesen tranquilos. Se puede forcejear pero no agarrar, en el agarre va el penalti. Si te agarro de la camiseta ya estoy haciendo algo que no puedo". El técnico canario también valoró una posible expulsión de Lucas Ahijado en la segunda mitad, y afirmó que Guille Rosas fue expulsado por una acción similar en Butarque.

Al final, entre polémica y polémica, ninguno de los dos equipos fue capaz de sumar los tres puntos y brindarle la victoria a su afición. El derbi volvió a ser uno de esos choques vibrantes y en El Molinón se dieron cita más de 24.000 personas. El ambiente fue inmejorable, en el encuentro que significó la vuelta de aficionados carbayones a las gradas del feudo rojiblanco. Y lo más importante: no hubo incidentes. Ambas aficiones disfrutaron del fútbol con total normalidad. Un ejemplo de cara al futuro, en el que habrá que revisar el actual protocolo de seguridad, duramente criticado por todos los afectados.