Las notas del Oviedo: Los cambios no ayudaron

El Real Oviedo no pudo despedir el 2025 con una victoria. Los azules, en una versión muy seria y ordenada, llevaron el peso del partido ante el Celta de Vigo, equipo que compite en Europa League y este curso vuelve a luchar por puestos europeos. Sin embargo, a los carbayones les volvió a faltar el gol, su asignatura pendiente. Como es habitual después de cada jornada, en Killer Asturias puntuamos la actuación de cada uno de los futbolistas del Oviedo.

Escandell (5): No tuvo excesivo trabajo, a excepción de una buena parada tras un disparo fuerte pero centrado de Bryan Zaragoza. Bien en el juego aéreo. No en vano, el de Carcagente vuelve a sumar una nueva portería a cero.

Lucas Ahijado (6): Empezó siendo un incordio para la defensa del Celta, con mucha profundidad en los primeros compases, pero luego se fue diluyendo. Así todo, el ovetense despachó un encuentro muy serio en defensa, secando a Bryan Zaragoza, una de las mayores amenazas del Celta.

David Costas (6): Solvente. El gallego se repuso con creces del último partido ante el Sevilla y volvió a demostrar jerarquía y determinación en el centro de la defensa. Gran noticia para el Oviedo.

Eric Bailly (6): La baja de Carmo y la llegada de Almada le reabrieron las puertas del once y el marfileño no desaprovechó la oportunidad. Muy sólido en labores defensivas.

Rahim Alhassane (5): No acaba de tener el nivel que demostró en las primeras jornadas ligueras. Así todo, el nigerino actuó de manera solvente en defensa. Mucho más impreciso en ataque, con varias pérdidas y centros desafortunados.

Kwasi Sibo (6): Al igual que Bailly, Sibo trató de no desperdiciar su oportunidad en el once inicial. El ghanés le dio mucho equilibrio al Oviedo en el centro del campo. Suyo fue el disparo con más peligro de los azules en la segunda parte, con una volea que casi se cuela en la portería de Radu.

Santiago Colombatto (6): El argentino comandó la presión tan alta de los carbayones. Colo demostró jerarquía y despliegue físico en el centro del campo. En vista de las primeras pinceladas del Oviedo de Almada, el de Ucacha cuenta con un perfil que encaja en la filosofía de juego del nuevo entrenador.

Josip Brekalo (4): El croata fue otra de las sorpresas en el once, pero aportó muy poco. De hecho, pasó desapercibido durante muchos minutos y fue el primer cambio de Almada. Debe tener más protagonismo.

Alberto Reina (5): Sigue sin jugar en su posición natural, pero el gaditano estuvo más que correcto. De vez en cuando bajaba a la base del centro del campo y ahí fue cuando más lució sus virtudes a la hora de conectar con los jugadores de ataque.

Ilyas Chaira (5): Actitud toda la del mundo, pero desacertado. Lideró algún uno contra uno en su banda, pero sin fortuna. Probó suerte con algún disparo y más de lo mismo. Debe tener más protagonismo en ataque.

Fede Viñas (6): Una de las esperanzas a las que se agarra el Oviedo. La llegada de Almada es un soplo de aire fresco para Viñas, que volvió a jugar en la posición de '9'. Y lo hizo bien, sobre todo en la presión, con robos que a punto estuvieron de costarle caro al Celta. Ahora falta que el resto del equipo le ayude a disfrutar de ocasiones.

Los cambios:

Hassan (4): No aportó mucho. El francés la pidió en la banda derecha, pero el Celta tenía bien aprendida la lección, con varios jugadores siguiéndole de cerca. Probó a irse por dentro y por fuera, pero no tuvo profundidad.

Rondón (2): Estropeó al equipo, que se vino a menos tras su ingreso en el campo. El venezolano salió desconectado e incurrió en varios fueras de juego incomprensibles. Apenas ganó balones y no aportó frescura a los suyos en los metros finales.

Cazorla (5): El único que trató de aportar algo diferente, aunque el Celta apenas le dejó lucir su magia. Almada apostó por él acostado a la banda izquierda y el '8' trató de asociarse con los laterales para generar acciones de ventaja. No tuvo demasiada incidencia en el último tramo del partido.

Ilic (S.C.): Sin tiempo.

El entrenador:

Guillermo Almada (7): No fue un mal debut. El resultado no fue el deseado, pero del partido de ayer se pueden rescatar aspectos positivos. Tales como la presión alta y el poco margen que le ha dado al Celta de Vigo. Almada prometió un equipo valiente y con apenas cuatro entrenamientos ya se han visto detalles esperanzadores a los que agarrarse.