Lecciones, destrezas y deberes que deja Riazor

Es complicado sacar conclusiones en pretemporada. Y también en las primeras jornadas de la competición. Agosto es un mes destinado al rodaje, tanto en lo físico como en lo puramente futbolístico, por lo que es pronto para extraer sentencias. Por ello, hay que conformarse con las sensaciones.

En el caso del Real Oviedo, estas son generalmente positivas. Siendo resultadistas, de la victoria (0-1) ante el Deportivo de la Coruña se deduce que las cosas se han hecho bien: los carbayones aprovecharon una de sus oportunidades en el área rival y resistieron las embestidas de los gallegos para dejar la portería a cero ante un equipo que llegaba de Primera RFEF con la flecha para arriba.

No solo espíritu de supervivencia demostró el Real Oviedo de Javi Calleja en un escenario tan imponente como es Riazor, con casi 26.000 aficionados poblando las gradas. Los azules justificaron personalidad con balón, con Del Moral, Dotor y Cazorla dándole poso y criterio a los azules, así como velocidad por las bandas cuando había que meter la directa, especialmente con Rahim y Hassan como máximos exponentes.

La estrategia también funcionó y para muestra el gol de los carbayones. Paulino de la Fuente continúa con su disfraz de asistente y ya inauguró su casillero de pases de gol con la falta que colgó directa a la cabeza de Alberto del Moral, primer goleador de la plantilla del Real Oviedo esta temporada. Este tanto fue el primera recompensa de Luismi Loro, segundo entrenador de Javi Calleja y responsable de la pizarra oviedista.

La victoria ante el Deportivo de la Coruña también dejó otras evidencias positivas: los nuevos ya están preparados. El técnico del Real Oviedo optó por dar entrada en su primera alineación a seis de los fichajes: Escandell, Lemos, Rahim, Del Moral, Sibo y Dotor. Siete si contamos a Paulino, incorporado en propiedad este verano. Ya en la segunda parte, tiempo para otros debutantes: Hassan y Paraschiv. Todos ellos, aún con margen para que exploten todas sus virtudes, demostraron estar aptos para la batalla.

Así todo, el encuentro en Riazor también evidenció otros aspectos en los que el Real Oviedo debe mejorar. Uno de ellos es la salida de balón, si bien los carbayones no tuvieron demasiada fluidez en ese aspecto y perdieron muchos balones que les comprometieron defensivamente. "Hemos metido un gol temprano y a partir de ahí nos ha faltado más atrevimiento con balón. Nosotros nos hemos dedicado a defender, hemos hecho un gran trabajo pero en la primera parte nos costaba mucho salir", asumió Calleja.

El Real Oviedo también debe crecer con la posesión de la pelota, una de las virtudes el curso anterior. El sábado en La Coruña los oviedistas solo disfrutaron de la pelota en un 36 por ciento, un dato que no le gustó del todo al entrenador del equipo oviedista. "Tenemos que exigirnos a la hora de tener el balón y que el equipo muestre más personalidad que la que ha mostrado hoy. Nos ha faltado tener más la pelota y el dominio del encuentro", se sinceró.