Más sombras que luces en el estreno de los fichajes

Ayer el Real Oviedo no tuvo su mejor día en el estreno liguero ante el Tenerife. La apuesta inicial de Cervera no surtió el efecto deseado, y los cambios en la segunda parte tampoco ayudaron a mejorarlo. El técnico guineano apostó por un once formado por nueve futbolistas del año pasado y dos incorporaciones del mercado de fichajes: Leo Román y Sebas Moyano. Ya en la segunda parte, el entrenador azul dio entrada a otros cuatro que también aterrizaron este verano: Mario Hernández, Paulino de la Fuente, Alemão y Romario Ibarra.

De los seis debutantes, el que más llamó la atención fue Sebas Moyano. El atacante cordobés dejó buenas sensaciones en su primer partido oficial con la camiseta azul, después de una más que aceptable pretemporada. Moyano fue el que más lo intentó, especialmente en la primera parte. Se mostró muy participativo, con mucha movilidad tanto en la banda como por detrás de Bastón. El andaluz parece que se va a adaptar con facilidad al estilo de juego de Cervera.

Más sombrío fue el estreno de Leo Román. El guardameta le ganó la titularidad a Quentin Braat en una feroz batalla que se mantuvo en suspense hasta el último segundo. Sin embargo, no tuvo su día, si bien pudo haber hecho algo más para haber evitado el único tanto del partido. Un mal despeje hacia al centro tras un disparo previo le deja en bandeja la pelota a Enric Gallego. Además, en las acciones a balón parado se mostró muy inseguro.

Ya en la segunda parte, turno para el resto de nóveles. Los dos siguientes fueron Paulino de la Fuente y Mario Hernández. El primero para aportar soluciones al atasco ofensivo que estaba sufriendo el equipo. El segundo condicionado por la lesión de Lucas Ahijado. En ambos casos la apuesta no salió como se esperaba. Ni el extremo fue capaz de aportarle al equipo más presencia en campo rival, ni el lateral fue una respuesta a la escasa profundidad que estaban teniendo los azules por las bandas.

Ya solo faltaban dos por salir. Alemão y Romario Ibarra. El delantero brasileño, que era el único ariete que acompañó a Bastón en la expedición, irrumpió primero. Entró precisamente por el madrileño, pero Alemão no aportó nada nuevo. Además, se mostró pasado de revoluciones y perdió muchos balones por fallos en pases fáciles a sus compañeros. En el caso del extremo ecuatoriano entró en la recta final del partido, y apenas tuvo tiempo para participar en el juego.