Nahuel Leiva declara su amor por Oviedo: “Siempre está la ilusión por volver” 

Nahuel Leiva (Rosario, 1996) es uno de esos futbolistas cedidos que en muy poco tiempo consiguió ganarse a la afición y dejar un grato recuerdo en Oviedo. A sus 26 años, y tras pasar por numerosos equipos en el fútbol español, el atacante está cumpliendo por primera vez su segunda temporada completa en un equipo. Concretamente en el Slask Wroclaw del fútbol polaco, donde decidió irse en busca de continuidad. Y ahora es uno de los jugadores más destacados del plantel. 

Entre todos los equipos por los que pasó, uno de los que más le marcó fue el Real Oviedo. Sin embargo, por la situación del Covid-19, los campos permanecieron sin público durante todo el curso y el argentino se quedó sin disfrutar el mayor tesoro del conjunto azul: su afición. Y aún tiene la espinita clavada. “De mi parte siempre está la ilusión de volver, es una cosa que tengo pendiente, el volver a jugar en el Carlos Tartiere con la gente porque no lo pude comprobar. Y si no es con el Oviedo con otro equipo, para sentir la sensación de que la gente estuvo conmigo”, aseguró en una entrevista concedida al periodista Diego González en su canal de Twitch. 

El extremo, que tampoco pudo disfrutar del ambiente de un derbi asturiano, no quiso perderse la cita del curso pasado. “Vi el derbi del año pasado como aficionado en el Tartiere. Pude ver la realidad de lo que es el derbi de Oviedo y Sporting y se me pusieron los pelos de punta. Me moría porque yo lo quería vivir dentro del campo, no como aficionado. Es una locura, me hace recordar a los derbis de argentina, en lo pasional y en cómo vive la gente”, afirmó. 

Leiva fue clave en su temporada en el Oviedo, consiguiendo seis goles y repartiendo cinco asistencias en 37 encuentros. Y uno de los elementos clave para conseguir su mejor versión fue el técnico de aquel entonces, José Ángel Ziganda. “Le debo mucho a Ziganda porque me dio la confianza y me supo llevar. Durante los primeros partidos no estaba en forma, pero él esperó. Y cuando entré pude hacerlo bien. Mi relación con él es muy buena, sigo manteniendo contacto”.

Su buen hacer en la capital del Principado hizo que tanto el club como la afición lo quisiesen de vuelta, pero las condiciones del Tenerife, su club de origen, lo hicieron imposible. aquel entonces). “Estaba loco por volver, así se lo había transmitido a Arnau (el director deportivo por aquel entonces). Él me había prometido que iba a hacer un esfuerzo muy grande para que me quedara en el Oviedo, pero después pasó todo lo que pasó”. 

El Tenerife pidió una cantidad superior al millón de euros por su traspaso, una cifra prohibitiva para el Oviedo y, para colmo, la mala suerte se cebó con el futbolista. “Me puse en rebeldía porque no quería volver allí, pero me tocó volver y pensaba que no iba a seguir ahí. Mi representante me dijo que tenía ofertas de Primera, pero tras tres o cuatro entrenamientos me rompí el ligamento cruzado y estuve ocho meses parado”. 

Y tras su regreso, fue difícil entrar en dinámica porque el conjunto chicharrero estaba luchando por ascender. Al término de la campaña, Nahuel quería tener continuidad y pensó que en España no la iba a tener. Y por ello se fue a Polonia, donde ha vuelto a disfrutar del fútbol. “Mi familia y yo encontramos por fin estabilidad, es la primera vez que voy a estar dos años en un equipo”. 

El atacante argentino termina su vinculación con el conjunto polaco el próximo mes de junio, aunque a día de hoy no tiene claro su futuro. “En el mercado de verano había varios equipos de Segunda División que mostraron interés por mí. Ahora mismo no valoro mucho volver porque no estoy seguro de que vaya a tener la continuidad que estoy teniendo aquí. Tendría que ser algo importante para que me mueva. Se están moviendo para renovarme y tengo que decidir”, concluyó Nahuel.