No hay dos sin tres: El Oviedo ya conoce el camino
Los azules, que se vuelven a enfrentar a su gafe de más de medio siglo en Ipurúa, tienen motivos para la esperanza
LUIS MANSO
Al Real Oviedo solo le vale la victoria en Ipurúa si quiere estar el domingo en la final del play off de ascenso a Primera. Después del 0-0 en el Carlos Tartiere, el factor clasificatorio juega a favor del Eibar, si bien un empate tras 120 minutos permitiría a los armeros colarse en la última ronda de la promoción.
A pesar de ello, al Real Oviedo le sobran los motivos para seguir soñando con el ascenso. Sumado a los precedentes que rodean a las eliminatorias de play off que se iniciaron con empate sin goles, juega a favor de los azules también su habilidad esta temporada para romper con los 'gafes': Elda y Ferrol así lo avalan.
Tanto el Pepico Amat como A Malata eran campos inexpugnables para muchos equipos. Tanto el Eldense como el Racing de Ferrol acumulaban en sus respectivos estadios una buena racha de partidos sin perder. Y en ambos casos, tal récord se fue al garate cuando desembarcó el Real Oviedo.
En el caso del Eldense, los alicantinos acumulaban hasta 18 meses sin conocer la derrota en el Pepico Amat. Sin embargo, los azules, en el segundo partido a las órdenes de Luis Carrión, lo conquistaron (1-3) gracias a los goles de Bretones, Paulino y Borja Bastón. Esta victoria supuso un impulso para el Real Oviedo, que a partir de entonces empezó a escalar puestos en la clasificación.
En enero, los carbayones volvieron a conquistar un nuevo fortín: A Malata. El Racing de Ferrol, otro recién ascendido, llegaba a la cita frente a los azules sin saber lo que era perder como local desde comienzos de noviembre de 2022. 14 meses después, los gallegos mordieron el polvo (1-3) frente al Real Oviedo. Masca, Moyano y Alemão fueron los autores de los tantos en aquel partido.
Ahora los azules se enfrentan a un 'gafe' particular: Ipurúa. El estadio armero, que ya vio perder a su equipo esta temporada, no evoca buenos recuerdos en la memoria oviedista, si bien es un campo en el que no ganan desde mediados del siglo pasado. Su última victoria fue el 17 de marzo de 1957, en un partido que se resolvió con 2-3 favorable a los carbayones. Un hat trick de Agustín Rojas resolvió el partido. Desde entonces, Eibar fue una pesadilla: siete derrotas y cuatro empates es el balance de los oviedistas.
