No todo fue bonito en el derbi asturiano
Multitud de aficionados no pudieron entrar al Carlos Tartiere hasta el ecuador del primer tiempo por problemas con el protocolo de seguridad
20:55. Sobre el césped del Carlos Tartiere se vivía un ambiente de gala. La Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo interpretaba el himno de Asturias al unísono con todo un estadio volcado que teñía de color azul las gradas. Y en los aledaños, todo lo contrario. Multitud de aficionados, la mayoría del Real Oviedo, se perdieron los instantes previos y los primeros minutos del derbi. Algunos incluso entraron tras superar el ecuador del primer tiempo. Todo por un protocolo de seguridad que dejó en evidencia ciertas debilidades.
Las puertas de acceso al estadio, abiertas desde las 19:30 horas, estuvieron colapsadas durante muchos minutos. La explicación se encuentra en los instantes previos, en los que la policía retuvo a una parte de la afición carbayona debido a que la afición desplazada del Sporting aún estaba entrando al Carlos Tartiere. "La responsabilidad del retraso no ha sido del dispositivo de seguridad, ha sido del incumplimiento del horario acordado. En este caso el equipo visitante (el Sporting) accedió al estadio con 25 minutos de retraso", aseguró la Delegada del Gobierno asturiano, Adriana Lastra, en su cuenta de Blue Skye.
Este retraso provocó que la afición visitante entrase al estadio más tarde de lo previsto, con el consiguiente percance que sufrió gran parte de la afición del Oviedo, que realizaron largas colas para poder acceder al Tartiere. Desde el club carbayón aseguran que por su parte "cumplieron escrupulosamente los horarios estipulados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, con Delegación de Gobierno al frente del dispositivo" y se muestran en "total desacuerdo con el perjuicio sufrido por centenares de abonados y oviedistas que sufrieron graves retrasos en los accesos al estadio".
El Oviedo ha informado de que en las próximas horas recabará información al respecto y se procederá a un análisis y evaluación de lo acontecido para evitar que vuelva a suceder en partidos con tanta afluencia. El derbi asturiano congregó a 28.123 espectadores, la cifra más alta de la temporada en el Tartiere y una de las mejores entradas de la categoría en lo que va de curso.