Pablo Carreño arrolla, sufre y alcanza los octavos en el US Open

El gijonés desplegó un gran tenis y venció a Alex de Miñaur (6-1, 6-1, 3-6, 7-6) y avanza a octavos de final donde le aguarda la venganza con Karen Khachanov

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Pablo Carreño
Pablo Carreño lanza la derecha en el encuentro ante Alex de Miñaur
Sáb, 03/09/2022 - 02:23

El nivel de Pablo Carreño no da síntomas de descender en este US Open. El gijonés avanzó hasta los octavos de final tras un partido muy completo ante el australiano Alex de Miñaur (6-1, 6-1, 3-6, 7-6) en el que demostró lo bien que le vienen los aires estadounidenses. Tras llevarse los dos primeros sets en poco menos de hora y media, su rival dio un paso al frente para tratar de impedir el paseo de Carreño. Tocó sufrir para llevarse el partido con un punto de maestro que da fe que el idilio del gijonés con esta pista apunta alto. 

El tenista asturiano encendió pronto la apisonadora. Comenzó el partido rompiendo el saque a De Miñaur. El australiano poco pudo hacer ante un Carreño que se mostró muy fuerte en el fondo de la pista y, sobre todo, muy rápido de piernas. El primer set cayó del lado español en poco más de 33 minutos. Los que necesitó el tenista gijonés para romper el servicio aussie dos veces más. La chispa de Carreño se dejaba notar ante un rival que demostró que no estaba en su superficie predilecta. 

Las buenas sensaciones continuaron en el segundo set. Con un inicio similar aunque mucho más peleado por Alex de Miñaur, Carreño lograba romper el servicio australiano en el cuarto juego. Al australiano le empezaron a pesar los nervios, con varias 'dobles faltas' consecutivas que allanaron el camino de Pablo hacia el segundo set. Tras un nuevo break en el sexto juego, el gijonés confirmó el 2-0, tirando de mucho oficio con su saque ante un rival al que no le salían las cosas. Ni el 0-30 en contra con el que se encontró Carreño en el último juego fue capaz de frenarle. 

Quiso levantar la cabeza el australiano en el tercer set sacando adelante dos saques por primera vez en el partido. Parecía ser capaz de dar guerra en el siguiente servicio de Carreño, pero el gijonés tiró de repertorio para levantar al público del US Open. Primero con una volea alta que pudo salvar De Miñaur y luego con una dejada cruzada que 'clavó' al australiano. Increíble el nivel y las sensaciones mostradas por el gijonés en estas primeras rondas. 

Alex de Miñaur sacó el orgullo para levantar dos bolas de break que apuntaban a ser sentencia. Sin embargo, el australiano cogió aire para romper por primera vez el servicio de Carreño y poner un 3-5 a su favor en el tercer set con servicio incluído. Salvó el asturiano dos bolas de set, pero nada pudo hacer con la tercera ante un de Miñaur que crecía con el paso de los juegos. 

El cuarto set empezó con susto. Antes de comenzar la manga, asistencia médica para Pablo por molestias en su pierna izquierda. Incluso Samuel López, entrenador del gijonés, tuvieron que ejercer de podólogos improvisados con unas plantillas para el calzado de Carreño. El parón sirvió para frenar el ímpetu del australiano y dar paso a un largo set. Carreño sufría más que su rival con su servicio, pero ambos se llevaron sus saques. El gijonés puso el 6-5, con opción de llevarse el partido al resto. 

Dispuso de una primera bola de partido, pero el ímpetu le sobrepasó. También a de Miñaur en la pelota que dispuso para firmar el tie-break. No así en la segunda opción, donde el australiano se aprovechó de un saque que fue de menos a más en todo el partido para alargar el cuarto set. En el desempate, los dos tenistas intercambiaron las roturas de servicio hasta que ambos subieron el nivel. Carreño con un servicio directo. De Miñaur con una derecha a la línea imposible para el gijonés. El australiano falló cuando todo le venía de cara, dejándole a Pablo su segunda bola de partido. 

Para el último golpe, lo mejor de la noche. Un intercambio bestial terminó con un globo entre las piernas del gijonés al que no fue capaz de responder el australiano. Un candidato a punto del torneo para cerrar una jornada más de buenas sensaciones para un Pablo Carreño que ya está en octavos de final, donde se medirá a un viejo conocido. En el camino espera Karen Khachanov, quien apartó al gijonés de la final de los últimos Juegos Olímpicos.