Roberto Suárez, a fondo: Sus labores en el club, Pachuca, las dudas en el fichaje de Carrión...
El director deportivo del Oviedo tiene clara la influencia de Jesús Martínez y compañía en la confección de la plantilla: “Sin ellos no podríamos fichar a gente como Seoane”
Killer Asturias
“Un hombre de club”, así se define el propio protagonista y los que mejor le conocen. Roberto Suárez ha ido trabajando en todas las parcelas del Real Oviedo desde su llegada en 2017, cuando César Martín le propuso la opción de entrar en la entidad como coordinador de cantera. Y ahora se encarga del área deportiva del primer equipo, aunque de una forma bastante diferente a la mayoría de equipos del panorama nacional.
Por partes. Suárez fue escalando puestos poco a poco y posteriormente se convertiría en director de cantera, pero con la llegada de Rubén Reyes pasó a trabajar en la secretaría técnica del primer equipo. Ahí permaneció incluso tras la llegada de Tito Blanco, aunque la irrupción del Grupo Pachuca lo cambió todo. Los malos resultados del equipo provocaron la salida tanto de Tito como de Jon Pérez Bolo. “Se daba la posibilidad de la vuelta de Rubén Reyes, estábamos preparados para ello y al final no se llegó a buen puerto”, confiesa Suárez en una entrevista concedida en Arquitectos-LaLiga. Y en esa tesitura, el elegido fue el propio Roberto.
“Más que proponérmelo, me lo medio imponen. Por responsabilidad, y más que nada porque eres de Oviedo y del Oviedo pues tiras hacia delante, pero con mucho miedo porque el equipo estaba ahí abajo. La propiedad lo tenía muy claro y el apoyo muy fuerte”, reconoce el asturiano, que a su vez destaca la metodología Pachuca. “El formato de trabajo que proponen es muy diferente al que suele haber en España. Aquí suele haber un director deportivo que gestiona todo, mientras que en el Grupo Pachuca hay un equipo de trabajo en el que todos tienen unos roles y unas responsabilidades”, prosigue.
En definitiva, todos participan en la confección de la plantilla, tal y como se ha visto en los anteriores mercados. Y en particular, Suárez se centra en lo puramente deportivo. “La estructura deportiva de la dirección deportiva y las plantillas recaen sobre mí: el buscar a quién renovar y a quién no, qué perfiles necesita el equipo, en qué condiciones andan los fichajes…”. Sin embargo, él no tiene la última palabra. “En la gestión económica entra el director general (Agustín Lleida) y asume las negociaciones. Él es el que traslada a la propiedad lo que queremos hacer y en qué condiciones, y se lo traslada a la propiedad”.
Eso sí, todos trabajan de forma coral y con un objetivo común: el ascenso. “La propiedad es muy ambiciosa y cada vez más exigente, por lo que las miras de poder mejorar la plantilla ya son muy diferentes a las de otros años”. Para empezar, el club cuenta con una ventaja importante: el convenio de acreedores ya se terminó y todo lo que se ingrese irá directamente a las arcas de la entidad. “La propiedad también está aquí para ganar dinero, y eso se gana a través de traspasos”. Y, sobre todo, Roberto agradece las nuevas posibilidades que ofrece esta sinergia. “Antes era muy complicado optar a Seoane y con Pachuca se consigue. Ahora no podemos renunciar a nada”, apostilla.
La llegada del grupo mexicano también cambió la idea a la hora de contratar a los entrenadores. A partir de ahora influye el estilo que quiere implantar la propiedad, más ofensivo que el que ofrecía Álvaro Cervera, al que agradecen su trabajo a pesar de la destitución. “Entendíamos que era el momento y que no habíamos sido fieles a la filosofía de Pachuca, también creíamos que había una plantilla capaz de ser protagonista en el juego”, asegura.
En ese sentido, todos tenían claro que Luis Carrión encajaba en el perfil que buscaban, sobre todo teniendo en cuenta el momento de la temporada, aunque había ciertas dudas. “Teníamos claro que Carrión era el entrenador, pero teníamos miedo a que ese cambio tan radical hacia un fútbol más ofensivo pudiese bloquear al futbolista, pero fue todo lo contrario”.
De hecho, Suárez considera que la llegada del catalán incluso ha cambiado cosas en el club. “Dimos con la tecla con Luis. La energía, positividad del míster fue un empuje tremendo y no esperábamos que fuese a salir tan bien. Carrión también ha conseguido que cambie la mentalidad en el club. Ha venido aquí a tirar para adelante y ser valiente”, apostilla.
