Un gafe que aumenta y dos máximas que se rompen
La derrota ante el Tenerife supone la primera vez que el Real Oviedo, desde la llegada de Luis Carrión, empalma tres partidos consecutivos sin ganar
Dicen que las estadísticas están para romperlas. Y eso es lo que ha hecho el Club Deportivo Tenerife este domingo en el Carlos Tartiere. El Real Oviedo tenía dos máximas a las que aferrarse ayer para ganar al conjunto chicharrero, pero los isleños se encargaron de truncarlas de cuajo, para desánimo de la afición oviedista.
Por un lado, desde la llegada de Luis Carrión al banquillo azul, el Real Oviedo ha sido un equipo que siempre que se caía se levantaba a las primeras de cambio. Es decir, después de cada partido perdido, a la jornada siguiente los carbayones volvían a sumar de tres. Ayer, esta máxima no se cumplió y los azules sumaron, por primera vez desde la llegada del técnico catalán, dos derrotas consecutivas.
No fue la única máxima que se vino abajo tras el final del encuentro. Desde que Luis Carrión asumiera las riendas del vestuario azul, en las 30 jornadas anteriores en las que dirigió al Real Oviedo, los carbayones no habían enlazado más de dos resultados negativos, entre empates y derrotas. Después del 1-1 ante el Mirandés y el 2-0 en Cartagonova, caer ante el Tenerife supuso el primer bache de la etapa de Carrión con tres guarismos desfavorables.
A estas dos máximas hay que sumar un gafe que ayer agregó su cuarto episodio a la saga: Asier Garitano. El entrenador del Tenerife, cada vez que visita el Carlos Tartiere, se va con los tres puntos. De hecho no conoce otro resultado en las tres veces que ha dirigido a un equipo en Oviedo. Primero con el Leganés (2016 y 2021) y ahora con el Tenerife.