Un mito desmentido y puertas abiertas a la renovación
Roque Mesa apunta a ser una de las novedades en el once para medirse a un equipo frente al que solo sabe ganar en Segunda división
La llegada de Roque Mesa al Sporting de Gijón con el mercado veraniego ya expirado invitaba a subir el nivel de la medular. Un fichaje de garantías, con la experiencia de la que no disfrutaba el centro del campo rojiblanco y con mucho fútbol en sus pies. El tiempo le ha ido relegando. De ser parte de los mejores momentos de juego del equipo durante la primera vuelta a convertirse en un jugador de la segunda línea. Prueba de ello es que en la segunda vuelta solo acumula cuatro titularidades y en dos de ellas fue sustituido al descanso.
Con las bajas en el centro del campo y la falta de una alternativa más defensiva como Róber Pier, Roque Mesa podría sumar su tercera titularidad de la segunda vuelta en el duelo ante el Villarreal B. Un equipo que le trae buenos recuerdos. Dos veces se midió al filial amarillo en Segunda división, dos victorias para el bolsillo del canario. La segunda llegó en el duelo de la primera vuelta. En La Cerámica, Roque salió en la segunda parte para dar oxígeno al centro del campo. A raíz de su llegada, llegó otro buen rato de fútbol tras el tercer gol de Cote.
Su poca relevancia no tiene nada que ver con su ampliación de contrato en función de los minutos jugados. Una cláusula que ya no puede cumplirse y que obligaba al Sporting a extender la vinculación del canario a final de temporada si disputaba el 50% de los minutos del curso. Ramírez se encargó de desmentirlo este viernes. "No", respondía a la pregunta directa. Amplió acerca de un escenario abierto para el futuro. "Esa cláusula no implica nada para su continuidad. Un profesional como Roque siempre tiene cabida en este proyecto", dijo el entrenador del Sporting.
El futuro de Roque Mesa es una incógnita. El centrocampista canario expresaba en una entrevista concedida a Radio MARCA Asturias hace unos meses que no le disgustaba la idea de seguir en Gijón. Lo hacía de una forma rotunda. "El otro día me decían que si firmaba cinco años más en Gijón- Dije que sí, sin pensarlo. Firmaría lo que me queda de carrera deportiva. Porque estoy muy feliz aquí. Se respira fútbol, hay respeto de la afición, como se vive el fútbol. Gijón huele a fútbol y es verdad", relataba el canario. En ese momento de la temporada, ya había perdido el protagonismo obtenido en la primera vuelta.
Las bajas de Nacho Martín y de Christian Rivera podrían dar pie a reeditar una pareja que funcionó en el Sporting de la primera vuelta. El doble pivote conformado por Nacho Méndez y Roque Mesa sumó ocho partidos, con tres victorias, dos empates y tres derrotas. Unos números que no reflejan el juego rojiblanco en dichos partidos. Una de las derrotas fue en El Sardinero, donde el Sporting mereció más. También cayó el conjunto de Ramírez con este centro del campo ante el Amorebieta, cuando Roque Mesa fue sustituido al descanso.
Con su futuro en juego, Roque Mesa buscará ser importante en la recta final de temporada. Una de las cualidades que más imperó a la hora de su incorporación era la veteranía y la experiencia que iba a ser capaz de aportar al vestuario rojiblanco. A sus espaldas, 355 partidos en el fútbol profesional. También, dos ascensos a Primera división. Algo que solo supera Pablo Insua en la actual plantilla. El canario conoce el camino. Y quiere recorrerlo de nuevo con el Sporting.