Una banda que se forjó a base de cesión y que pisa fuerte en el Sporting
Pablo García y Gaspar Campos han aprovechado sus respectivas cesiones para ganarse un hueco en los planes de Ramírez
Fichajes ha habido. Lo manifestaba ayer Alejandro Irarragorri. Al menos en lo relativo a las caras nuevas, el Sporting de Gijón cuenta con varios rostros de los que no disponía Miguel Ángel Ramírez el pasado curso. Tres futbolistas regresaron este verano a la disciplina gijonesa con la intención de buscar un hueco en su casa. Sobre el papel y por lo visto en las primeras jornadas de competición, la misión ha sido productiva. Gaspar Campos y Pablo García han convertido la banda izquierda en su reducto.
Ambos han sido titulares en los dos primeros partidos de liga y fueron importantes en el potencial ofensivo del Sporting ante el Mirandés. El lateral apareció con mucha profundidad en la primera parte, llegando a línea de fondo y siendo un puñal por la banda zurda. Una zona en la que convivió con Gaspar Campos, que salió encandilando a El Molinón. El atacante dejó una buena carta de presentación de nuevo en su casa, certificando su gran tarde con un golazo en el que dejó claras sus cualidades: colocación ofensiva, capacidad de desborde y un disparo potente. Ese que ya había ensayado antes de los goles. La ovación en su cambio dice mucho.
Gaspar y Pablo conviven en la banda, algo que no es nuevo para ellos. Compañeros desde las categorías inferiores de Mareo, ambos futbolistas comparten algo más que carril en el césped. Ambos salieron cedidos el pasado curso tras su primera etapa en el primer equipo del Sporting. El club entendía que una experiencia lejos de Gijón podría venir bien a dos futbolistas que siempre han estado bajo la lupa por sus buenas actuaciones en Mareo. Burgos y Alcorcón fueron sus destinos. Después de un año de muchos minutos, de buenos resultados y de cargar expectativas, esperaba Miguel Ángel Ramírez.
El técnico canario seguía la evolución de los cedidos mientras finalizaba la temporada del Sporting. Al término del curso, volvían a Mareo para buscarse un hueco. Gaspar lo tenía claro, Pablo tuvo que ganarse la confianza en verano. Y vaya que sí lo hizo. El lateral se ganó el favor del entrenador rojiblanco y este le cerró la puerta a volver a salir a pesar del interés del Alcorcón en volver a contar con él. Los primeros partidos de la temporada son una muestra de la confianza que tiene Ramírez sobre Pablo García. Por delante de otras opciones.
La irrupción de Pablo García en las alineaciones titulares le tapa la puerta a los dos ocupantes del lateral zurdo en el año pasado. Cote y Diego Sánchez han tenido minutos en la recta final de los partidos ante Valladolid y Mirandés, respectivamente, pero no consiguen desplazar por el momento a la apuesta de Ramírez. Un jugador que, al igual que ocurre con Gaspar, tuvo que dar un paso atrás para poder avanzar. Misión cumplida.