Una defensa que sufrirá pocas remodelaciones
Con los laterales definidos y una amplia nómina de centrales, el club solo contempla movimientos puntuales atrás, con Oier Luengo como principal incógnita
La Liga
En un mercado de invierno que apunta a movimientos obligados en ataque, la línea defensiva del Real Oviedo se presenta como el bloque más consolidado de la plantilla. Pese al delicado momento clasificatorio, el club entiende que la estructura defensiva ofrece garantías suficientes y que, salvo una salida puntual, no será una prioridad a reforzar en enero.
En el lateral derecho, Nacho Vidal ha sido una de las piezas más fiables del equipo. Con 12 partidos como titular y 981 minutos, su continuidad ha estado ligada a su regularidad y a su condición de indiscutible cuando las lesiones le han respetado. A su lado, Lucas Ahijado ha tenido un rol más intermitente, con 504 minutos repartidos en siete partidos, cinco de ellos como titular, ofreciendo una alternativa válida en el carril derecho.
El lateral izquierdo ha mostrado mayor rotación. Rahim Alhassane ha sido el que más continuidad ha encontrado, con 1.143 minutos en 16 partidos, 12 de ellos desde el inicio, consolidándose como una presencia habitual. Por su parte, Javi López ha participado en seis encuentros, cinco como titular, sumando 382 minutos, condicionado por la competencia directa y por la alternancia en el puesto.
Donde el Oviedo acumula más efectivos es en el eje de la zaga. David Costas ha sido uno de los centrales con mayor peso, con 980 minutos en 12 partidos, once de ellos como titular. Muy similar es el caso de David Carmo, que ha disputado 966 minutos en 12 encuentros, once desde el inicio, aportando presencia física y continuidad. Dani Calvo ha participado en nueve partidos, siete como titular, acumulando 704 minutos, mientras que Eric Bailly, -con 360 minutos- completa el abanico de opciones en el centro de la defensa, ofreciendo experiencia y jerarquía, de hecho, Guillermo Almada lo recuperó para la causa ante el Celta.
La excepción en este bloque defensivo es Oier Luengo. Con solo 135 minutos repartidos en dos partidos, ambos como titular, su protagonismo ha sido mínimo, y su salida aparece como una posibilidad real ante la falta de continuidad y la elevada competencia en su posición.
Con laterales definidos y una nómina amplia de centrales, el Oviedo considera que la defensa es el área menos necesitada de intervención en el mercado de invierno. La prioridad está en otros sectores del campo, mientras atrás se apuesta por la estabilidad como base para reconstruir el equipo en la segunda mitad de la temporada.
