Una sanción por altas pulsaciones que Brugman debió evitar
El uruguayo vio su quinta tarjeta amarilla por protestar la acción del primer penalti señalado a favor del Burgos, que posteriormente anularía el VAR. El mediocentro no estará disponible para Ziganda para medirse a la Real Sociedad B
El Real Oviedo consiguió en El Plantío tres puntos muy importantes en sus aspiraciones por disputar el play off de ascenso a final de temporada. El triunfo del conjunto azul ante el Burgos recupera la confianza de los hombres de Ziganda de cara a encarar el próximo encuentro en el Carlos Tartiere ante la Real Sociedad B donde el equipo no podrá contar con uno de sus jugadores más importantes.
Gastón Brugman vio su quinta tarjeta amarilla este domingo y no podrá medirse al filial vasco la próxima jornada. La cartulina, mostrada por el colegiado Gálvez Rascón al uruguayo, fue debido a las protestas del centrocampista por un penalti inexistente que el árbitro había señalado en primera instancia pero que luego anuló gracias al VAR. Cuando parecía que la primera parte iba a terminar sin ninguna sorpresa, Rodrigo Tarín no estuvo del todo acertado a la hora de despejar un balón en largo del Burgos y Luismi terminó derribando al delantero del club blanquinegro Juanma.
La acción parecía clara pero las repeticiones ofrecidas por la realización mostraban como Luismi había tocado balón en la entrada y era el futbolista del Burgos el que había pisado la pierna del gaditano en dicha acción. Cuando el colegiado del partido, Gálvez Rascón, señaló penalti fueron muchos los jugadores del Real Oviedo que protestaron la acción, entre ellos Brugman. El uruguayo vio la tarjeta amarilla debido a sus protestas por una decisión, la de señalar penalti, que minutos después el propio árbitro corregiría y anularía tras revisar la acción en el monitor VAR.
Pese a que Gastón Brugman tenía razón en sus reclamaciones, Gálvez Rascón ya le había mostrado la cartulina y ya no había vuelta atrás. Después de un triunfo importantísimo en las aspiraciones del equipo, el Real Oviedo se marcha de Burgos con la espinita clavada de que esa quinta amarilla a Brugman pudo ser evitable.