La Crónica: Un punto para taponar la herida

Un punto que no saca de pobre al Sporting, pero que en época de hambruna sabe a victoria. Martí estrenó su casillero de puntos con un trabajado empate en Butarque. En un partido marcado por el cambio de sistema, el Sporting se adelantó por medio de un excelso Puma Rodríguez. En la segunda parte, un nuevo error grosero volvió a dibujar el guion de semanas atrás. Pero el equipo rojiblanco hoy fue fiable en defensa y supo atar el punto conseguido. Tal y como se ha dado la jornada, el punto debe darse por bueno. Punto es punto. 

José Luis Martí volvió a agitar el árbol. Y más que nunca. Por primera vez, el balear salió de inicio con dos jugadores de referencia en el ataque. Eric Ramírez conformó una doble punta de lanza con Djuka. La nueva disposición le sentó bien al Sporting en los primeros segundos, con una llegada en el primer compás de partido al área rival. Presión punzante de los rojiblancos que tenía efecto minutos después con otra recuperación de los hombres de arriba que terminó con un disparo lejano de Puma Rodríguez. Sin comprometer en exceso a Dani Jiménez. Fueron los primeros avisos de un Sporting que se encontraba muy partido. 

Esa división del Sporting favorecía al Leganés que comenzó a merodear la portería de Iván Cuéllar. Sin embargo, era más dominio presencial que productivo. El Sporting, en cambio, se asomaba poco pero avisaba. Una de las pocas veces que el equipo pepinero dejó al Sporting llegar arriba, Pedro Díaz ensayó el disparo desde la frontal, aunque se fue centrado a los guantes del portero madrileño. Sin líneas definidas, pero mordiendo en la presión. Así pasó la primera media hora de juego en Butarque, en un partido con poca historia en lo futbolístico. 

Se cargó con dos tarjetas muy pronto en defensa. Dos faltas inocentes de Pablo García y Berrocal significaron dos amonestaciones tan innecesarias como peligrosas. Otra falta cercana al área, en este caso de Aitor, cerca estuvo de poner a temblar al Sporting. La puso con veneno Javi Hernández, pero su envío no encontró fuego. Ni amigo, ni enemigo. En pleno zafarrancho de combate, las nuevas armas sacaron su poder. Eric Ramírez descargó un buen balón aéreo para Djuka. El montenegrino lanzó el ataque para la posición de Puma Rodríguez. Con el desmarque el control, se ganó el tanto. Sin temblar el pulso, se plantó delante de Dani Jiménez, al que batió por alto. Primera alegría en mucho tiempo para los rojiblancos que se fueron al descanso por delante en el marcador, algo a lo que habría que echar la vista demasiado atrás para encontrar un antecedente. 

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El paso por vestuarios revitalizó muy ligeramente al Leganés, aunque el Sporting no cambió su cara. La presión era la misma, las carajas defensivas, también. Tenía una falta en la frontal el Leganés y Cuéllar plantó tres hombres en la barrera. En el momento del disparo, la muralla se quedó en dos. Eric Ramírez abandonó la formación y se giró, algo imperdonable desde edades infantiles. El balón se coló entre Rivera y el venezolano, despistando a un Cuéllar que no pudo atajar el rechace y vio como el balón se colaba en su portería. Rubén Pardo aparecerá como autor, pero el gol tiene color rojiblanco. 

El gol, en vez de amilanar al Sporting, le sentó bien. El Leganés se volcó y eso dejó huecos que los rojiblancos aprovecharon para campar a sus anchas en busca del segundo. Tuvo varias contras en los que faltó determinación en los metros finales. Eric Ramírez pecó de egoísmo en las dos, buscando un disparo que no encontró portería con el interior. En el otro área, Cuéllar comenzaba a ganar su partido fuera del fútbol con pérdidas de tiempo y muestras constantes de veteranía. Algo de lo que no va sobrado Argüelles. El lateral del filial debutó tras la lesión de Pablo García. También entró Pablo Pérez para no romper el sistema. 

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Y el que la rompió fue Djuka. En el segundo palo, esperó un balón preciso para empalar con una preciosa tijera hacia portería. Respondió Dani Jiménez con una parada de categoría cuando el montenegrino se relamía por la belleza de la acción. Se lo negó el portero pepinero. Sería de las últimas veces que el Sporting se acercaría por el área rival. Lo que quedó de partido se jugó en las inmediaciones de Cuéllar. El emeritense fue espectador del 'acoso' pepinero. Más intenciones que sensaciones. Martí disfrutó del primer punto de su etapa en Gijón. Un punto que sabe a poco. O a mucho, depende del punto de vista. El Sporting le mete un punto más a la zona de descenso y afrontará la próxima semana con seis puntos de colchón. Pudo ser mayor. También menor. Con que poco se contenta el Sporting de esta temporada.