El centro del campo que viene: Fonseca ordena el tablero de Almada
El 4-2-3-1 del técnico uruguayo perfila un doble pivote con Colombatto y el nuevo fichaje, con Reina como enlace y Cazorla como alternativa, a la espera de lo que marque el mercado
La Liga
La llegada de Nico Fonseca no solo refuerza la plantilla del Real Oviedo, sino que ayuda a entender hacia dónde quiere caminar Guillermo Almada en lo futbolístico. Con el 4-2-3-1 como sistema de referencia, el centro del campo azul entra en una fase de redefinición en la que las piezas empiezan a encajar, aunque con varios matices aún por resolver.
En el doble pivote, todo apunta a que Santiago Colombatto seguirá siendo un fijo. Su continuidad, energía y peso en el juego le sitúan como una pieza estructural. A su lado emerge la figura de Fonseca, un perfil más posicional, capaz de equilibrar y dar orden, pensado para compartir responsabilidades en la base del juego. Esa sociedad parece, hoy, la más natural para Almada.
El escenario, sin embargo, no está cerrado. Sibo vive un momento de indefinición. Su reciente titularidad demuestra que el técnico cuenta con él, pero su situación contractual y el interés de otros clubes mantienen su futuro en el aire. Algo similar ocurre con Leander Dendoncker, cuya suplencia ante el Celta abre interrogantes sobre su rol real en el nuevo contexto.
Un escalón por delante, el foco se sitúa en la mediapunta. Alberto Reina parece ganar enteros para ocupar esa posición por delante del doble pivote, como nexo entre el juego y la delantera. Su capacidad para aparecer entre líneas encajan bien en el modelo que Almada busca implantar.
Como alternativa -y algo más- aparece Santi Cazorla, un recurso de jerarquía que ofrece pausa, criterio y liderazgo. Su presencia permite rotar, matizar planes de partido o modificar escenarios según el contexto, aunque la gestión de sus minutos será clave en el tramo decisivo del curso.
Todo ello queda, además, a expensas del mercado. La posible llegada de un mediapunta específico podría alterar este dibujo y redistribuir roles, añadiendo competencia y variantes a una zona del campo que Almada considera estratégica. Enero, como tantas veces, será quien termine de decidir.