El mejor Diego Mariño está de vuelta
Le hacía falta un partido como el de Ibiza al portero gallego del Sporting para recobrar su estatus de héroe rojiblanco. En Can Misses, sostuvo al equipo con intervenciones que volvieron a poner en valor el trabajo del guardián rojiblanco. Ha vuelto, si es que quizás algún día se fue
Luis Manso
Victoria, portería a cero y sensación de haber estado inmenso. Diego Mariño celebró la victoria del Sporting de Gijón ante el Ibiza como algo propio. En verdad, lo era. El vigués fue uno de los principales culpables de que los rojiblancos atajaran la racha de resultados. Precisamente, con sus atajadas, Mariño le negó el gol en tres ocasiones al conjunto celeste. Una es para enmarcar. Como le hacía falta esto a Diego.
Tras varias jornadas en las que no estuvo tan brillante como tenía acostumbrados a los aficionados rojiblancos, en Ibiza se erigió como el guardameta que es. Seguro bajo palos aunque pecó de exceso de confianza en alguna salida, pero lo compensó con su actuación sobre la línea. La más destacada de todas será un remate de Sergi Castel que entró como un avión para recortar distancias. Ahí apareció el pie izquierdo de Mariño para quitarle la idea de la cabeza. Paradón a la altura de un guardameta cuyo trabajo no se quedó ahí.
El capitán rojiblanco se hizo grande en todas y en cada una las llegadas del Ibiza. Además, en varias ocasiones estuvo rápido en los saques de puerta para poner el balón en las botas de Djuka. Una, cerca de estuvo de acabar en gol. Hubiera sido la guinda a un partido prácticamente perfecto de Diego Mariño. El guardián del arco rojiblanco ha vuelto, si es que algún día se había ido.
