El repaso a un 2023 de mucho menos a mucho más en el Sporting

El inicio del año y el transcurso sembró muchas dudas que el equipo de Miguel Ángel Ramírez ha despejado en esta temporada aupado a los puestos altos

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Ramírez y Abelardo
Dom, 31/12/2023 - 10:54

El aficionado del Sporting de Gijón se está acostumbrado a los vaivenes. Años de cambios, de más sustos que grandes alegrías y un sentimiento inquebrantable. Eso ha sido el conjunto rojiblanco en los últimos años. Aunque para montaña rusa este 2023. Un año que comenzaba torcido, que estuvo a punto de precipitarse de la peor manera y que termina con el equipo soñando con el ascenso a Primera división. Por el camino, muchos jugadores, dos entrenadores y la experiencia adquirida por el Grupo Orlegi en su primer año completo en el fútbol español. 

2023 empezó con una alegría para el sportinguismo. La Copa del Rey volvía a ser un trofeo al que agarrarse y los hombres de Abelardo tumbaban al Rayo Vallecano en El Molinón con un doblete de Milo. Para nada barruntaba ser el preludio de lo que se viviría semanas después. Un empate en casa ante el Levante y una dolorosa derrota en El Sardinero dejando una mala imagen hicieron saltar a Abelardo por los aires. El técnico asturiano era destituido a las primeras de cambio, con el equipo a tres puntos del descenso y a ocho del playoff. 

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Abelardo Mareo

 
El relevo del Pitu sorprendió. En la Escuela de Fútbol de Mareo aterrizaba un técnico novedoso en el fútbol español. Miguel Ángel Ramírez afrontaba su primera experiencia profesional en España como una gran incógnita. Sin tiempo para hacer interiorizar a la plantilla sus conceptos. el Sporting cayó vapuleado ante el Valencia en Copa (0-4). Un tachón al que no se le dio relevancia ante la poca capacidad temporal que tuvo el técnico para revertir la situación. El foco estaba en la liga. 

Ramírez llegó con su mensaje. El de los "organismos vivos" y el de "queda la mitad de liga y estamos a 8 puntos del playoff". Un discurso que dejaba dudas entre los aficionados, deseosos de una gran alegría. El inicio de Ramírez en liga dejó un poco de todo. Victorias por la mínima en casa, derrotas por la mínima fuera y la sensación de que el sueño del playoff era eso, sueño. Antes de cerrar el mes de enero, Gragera y Mariño abandonaron el Sporting con destino a Primera división. 

Llegaron los primeros tropiezos importantes, como la derrota en El Molinón ante el Mirandés (3-4) que comenzaron a encender las alarmas. El equipo se acercaba peligrosamente a los puestos de abajo y el 'deja vú' era real. Dos triunfos consecutivos ante Granada e Ibiza hicieron a los rojiblancos coger aire. Entre medias, Ramírez también tuvo que lidiar con lesiones y dar la alternativa a mucho futbolista joven que asumió galones. Son los casos de Nacho Martín y Jonathan Varane. 

La recta final de temporada fue de angustia. Una victoria en los últimos siete partidos y la salvación que llegaba en la penúltima jornada gracias a un empate en Ipurúa. Antes había llegado una igualada en el derbi asturiano, lunar constante en los últimos años en rojiblanco. El Sporting terminaba la temporada en 17ª posición por segundo curso consecutivo y la sensación era de necesidad de dar un cambio radical. 

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Gol Mirandés

 
El final de temporada dio paso a despedidas. Cuéllar y Jony volvían a despedirse de su casa. También Aitor García decía adiós al Sporting para poner rumbo a México. Se barruntaba revolución aunque Ramírez ponía calma antes del mercado veraniego. "No es posible hacer una revolución en un solo mercado", decía el entrenador canario. Los futbolistas fueron llegando con el paso de las semanas antes de comenzar la temporada 2023-2024. Un mercado incompleto ante la ausencia de un delantero que había sido el gran objetivo del verano. En su lugar, llegó sobre la bocina Roque Mesa. En el mercado salió, y con mucho ruido, Pedro Díaz. 

El nuevo Sporting empezó convulso con dos derrotas lejos de El Molinón. Un mal comienzo que dio paso a un equipo remodelado y con nuevas armas. La recuperación de Gaspar, la llegada de Hassan o la fortaleza de Rubén Yáñez dieron alas al Sporting en la recta final de 2023. El equipo cuajó una gran primera vuelta de campeonato y cerró el año en tercera posición, a tiro de los puestos de ascenso directo. 

Fuera del plano deportivo, el 2023 también ha sido un año relevante en el apartado institucional. El Mundial 2030, que se disputará en España en su mayoría, ha acaparado parte de la atención. El Molinón, impulsado por el Grupo Orlegi, se encuentra en la pelea por ser sede. Una vía que conllevaría la reforma del estadio más antiguo del fútbol español. Meses de muchas reuniones, rectificaciones en el proyecto inicial y una idea definitiva de una reforma modular. 

También se han producido cambios en otros aspectos. El césped de El Molinón y de los campos de la Escuela de Fútbol de Mareo han sufrido cambios importantes y beneficiosos para la salud de los jugadores. Mareo tampoco ha sido esquivo, con una reforma total de las instalaciones destinada a adaptar las instalaciones a las demandas de los tiempos que corren. Las obras seguirán produciéndose en 2024. En lo relativo a homenajes, 2023 fue el año de reconocer la figura de Cundi, que ya cuenta con su puerta en El Molinón. 

Un 2023 de menos a más en el plano deportivo que se cierra con buenas sensaciones. El Sporting cierra el año en tercera posición y con motivos de peso para pensar que algo bueno puede deparar el 2024. Un año que se observa con toda la ilusión del mundo desde la capital de la Costa Verde.