El Sporting rompe su cerrojo

La racha negativa no termina. El Sporting sumó una nueva derrota ante el Almería y la sensación resultante es la de que el equipo de Gallego padece de falta de colmillo y endeblez defensiva. El equipo que el año pasado fundamentó todo su éxito en el buen hacer de Djuka y la solidez de los hombres de atrás, no encuentra su camino. Y es que, pese a que Djuka suma ya cinco tantos, la parte de atrás no está respondiendo al nivel de lo que fue el año pasado.

Con Babin rindiendo a un nivel notable, sus acompañantes no terminan de alcanzar el estado del de Martinica. Ni Valiente, ni Berrocal, ni mucho menos un defenestrado Borja López que no ha debutado todavía, han estado a la altura de sus actuaciones del año pasado, con el lastre que eso genera para los resultados del equipo. El Sporting, en estas catorce jornadas disputadas, solo ha logrado dejar su portería a cero en tres ocasiones. A estas alturas de la temporada pasada, el Sporting doblaba este dato (6).

También, la cuenta de goles recibida por Diego Mariño se ha visto aumentada este año. Con 14 partidos disputados el año pasado, el guardameta gallego buscó el balón en el fondo de su portería en ocho ocasiones. Este año, Mariño ha realizado ese recorrido en 14 ocasiones. Es decir, una ocasión por partido. Pese a ello, el año del portero rojiblanco está dejando más luces que sombras. Actuaciones estelares que han dejado puntos en Gijón, aunque también se han solapado con errores de bulto, como el que ocurría en el Anxo Carro.

La superación del bache del Sporting requiere echar de nuevo el cerrojo. Para ello, resulta vital recuperar a un compañero a la altura de Babin. El de Martinica, a sus 35 años, es el jugador más regular de la zaga defensiva, carente de un central acompañante de garantías. Más oportunidades para Valiente, menos para Berrocal, pero la conclusión resultante es que ninguno rinde a la altura de su veterano compañero. Un Babin referente dentro de la linea defensiva rojiblanca, lastrada también por los problemas físicos de Guille Rosas. Taponar fugas y recuperar la voracidad en ataque. Dos claves para la recuperación rojiblanca.