Jerarquía y sentimiento

La difícil temporada que está atravesando Christian Fernández este año, debido al gran momento de Costas y Calvo, provocó que el cántabro terminase llorando tras el encuentro ante la Ponferradina

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Bolaño
Christian Fernández celebra un tanto durante la temporada pasada en el Carlos Tartiere
Sáb, 01/01/2022 - 23:00

“Le gusta mucho el fútbol y tiene un corazón como el Tartiere de grande. Es un jugador que entrena duro para que cuando le toque jugar pueda hacer un partidazo como el de hoy”. Con estas palabras se refería Ziganda al partido realizado por Christian Fernández. El central del Real Oviedo, que estrenaba titularidad esta temporada ante la Ponferradina, no pudo contener las lágrimas al acabar el encuentro después de un año complicado para él por los escasos minutos con los que está contando.

Desde su llegada en el 2016 a la capital asturiana, Christian nunca había jugado tan poco con el Real Oviedo como esta temporada. El cántabro había sobrepasado siempre los 2.000 minutos cada campaña con el conjunto azul pero la presencia este año de Costas y Calvo han provocado que su importancia en el equipo pase a un segundo plano.

Su encuentro el pasado viernes ante la Ponferradina era su debut este año en Liga ya que solo había jugado el encuentro de Copa ante el Andratx y los últimos siete minutos frente al Lugo en la primera jornada liguera. Pese a la falta de ritmo competitivo, el cántabro demostró de lo que es capaz y se mostró muy solvente y seguro atrás durante todo el encuentro.

“Está dando un verdadero ejemplo de lo que debe ser un jugador que no cuenta habitualmente. Todos nos alegramos mucho porque es el premio al trabajo en la sombra, y hoy se pudo ver en el campo”, explicó José Ángel Ziganda en rueda de prensa. El sentimiento y pasión de Christian por el Real Oviedo es indudable y prueba de ello fue cuando el cántabro rompió a llorar al finalizar el partido. Un gesto donde se demuestra qué es ser un jugador de club en las buenas y en las malas.