La intrahistoria de Huesca: Del viaje motivante de Cali al pleno de Campuzano
El vestuario celebró con rabia una victoria importante en lo anímico y que permite afrontar con fuerza dos partidos consecutivos sin tiempo para el descanso
La victoria en El Alcoraz fue un soplo para avivar las ilusiones. El triunfo cosechado ante el Huesca sirvió para estrenar el casillero de victorias lejos de El Molinón y para afrontar con un ánimo extra una semana repleta de partidos para el Sporting de Gijón. Por ello, tras el pitido final, la plantilla rojiblanca celebraba con rabia el triunfo sobre el césped oscense. Habían sido dos días largos de mucha carretera y que tendrían su continuación después del partido.
Los 633 kilómetros que separan Gijón y Huesca fueron el acicate que uno de los capitanes empleó en la arenga previa. Como es habitual, Cali Izquierdoz fue el encargado de levantar las pulsaciones de los suyos antes del partido. "No nos 'pegamos' ocho de viaje al pedo, la concha de mi madre. Vinimos para ganar. Pero ganar no significa ir como locos para adelante. Significa ser inteligente. Cuando hay que atacar, atacamos. Y cuando hay que defender, lo mismo. No vinimos aquí a pelotudear, vamos a salir a ganar. ¡Dale viejo dale!", finalizó el argentino la arenga.
Una charla que surgió su efecto. El Sporting salió a por el partido ante el Huesca y terminó llevándoselo. Un gol de Nacho Méndez le daba el triunfo merecido al equipo de Miguel Ángel Ramírez. El luanquín también dejaba un mensaje sobre el césped de El Alcoraz en relación a unos mensajes previos a través de las redes sociales. "Sufrimos, María, sufrimos, vamos a volver caminando", decía entre risas el '10' rojiblanco. Unas palabras muy comentadas en la comunidad Twitter rojiblanca y que el club también utilizaba como gancho para su inside.
No era el único mensaje del post. Víctor Campuzano ponía voz a la mentalidad con la que el vestuario afrontaba una semana de tres partidos. Tras conseguir la primera victoria, el delantero catalán encarnaba el optimismo. "Primeros tres, nueve de nueve, ya verás. Estoy muerto pero es lo que hay, a seguir luchando por este escudo, todo lo que haga falta", decía el atacante.
Ya dentro del vestuario una vez finalizado el partido, los rojiblancos mostraban de nuevo su alegría. También el cuerpo técnico de Miguel Ángel Ramírez. "Y no nos cansamos de ganar, la p*** madre", gritaba Cristóbal Fuentes, preparador físico del conjunto gijonés y uno de los hombres de confianza del técnico canario. Una explosión de alegría que el equipo tratará de trasladar al miércoles, cuando el Elche visite El Molinón. Sin tiempo para mucho descanso. Pero con las fuerzas que da una victoria que supo muy bien en el seno del sportinguismo.