La 'venganza' de Asier Garitano con su primera gran oportunidad
El técnico de Bergara se reencontrará con un club al que llegó en un momento delicado y en el que no pudo evitar el descenso de categoría
Luis Manso
Aterrizó Asier Garitano en el Sporting de Gijón con una etiqueta a rastras. El técnico de Bergara llegaba a Asturias con la misión de apagar el incendio desatado en el conjunto gijonés y conseguir una permanencia que se convertía en el objetivo rojiblanco tras una temporada decepcionante. En el camino está el entrenador vasco a cinco jornadas del final de curso. Las dos primeras victorias allanaron la meta, aunque la imagen en Cádiz anima a no bajar los brazos. Asier Garitano llegó a Asturias con la etiqueta de 'apaga fuegos'. Algo que también conocen en Castalia.
Momento para retrotraerse. Abril de 2010. El Castellón lucía el farolillo rojo de la Segunda división y veía la salvación como una meta lejana. La etapa de Tintín Márquez tocaba a su fin en un equipo que agonizaba en la categoría de plata. Le separaban 12 puntos con la permanencia y la dirección deportiva tomó la decisión del cambio en el banquillo. En el vestuario local de Castalia, haciendo las veces de asistente, un técnico sin experiencia contrastada en los banquillos. Solo una breve etapa en el Alicante llenaba la experiencia como primera espada de un Asier Garitano por foguearse en los banquillos.
El 11 de abril de 2010 se estrenaría el técnico vasco en el Castellón y conseguiría su primera victoria como profesional ante el Celta de Vigo. También vencería en su tercer partido ante Las Palmas, dando motivos para confiar en una permanencia que se situaría a siete puntos. Fue un despertar ilusionante que terminó en decepción. Garitano encadenaría ocho partidos sin ganar y aquel Castellón terminaría el año como colista a 18 puntos del objetivo.
En aquella plantilla, nombres propios como el delantero Ulloa, que sería pichichi de Segunda años después, o el asturiano César Martín. La baja del ovetense, que no llegaría a debutar a las órdenes de Garitano por una tendinitis y que colgaría las botas aquella temporada, fue uno de los puntos clave para la mala recta final del conjunto orellut.
Sin embargo, la apuesta por Asier Garitano venía de la mano de una promesa. Conocedores de la delicada empresa que se le encomendaba al técnico de Bergara, la dirección deportiva le había transmitido al entrenador que sería el técnico de cara a la temporada 2010-2011 sin importar la categoría. Pese a lo dicho, el final de temporada deparó en volantazo y Asier Garitano no fue el elegido para dirigir a un equipo que iniciaría su descenso administrativo un año más tarde. Aquella decisión, aquella falta de palabra, cabreó al actual técnico del Sporting.
"No me han gustado las formas en el último mes, esperaba otra cosa en el aspecto humano (...) He trabajado siempre por el bien del Castellón y he tomado decisiones, algunas muy complicadas, pensando en el año que viene en Segunda B", explicaba el técnico vasco una vez que se conoció la decisión de su salida del conjunto orellut. No hay mal que por bien no venga, pensaría Asier. Tras dos años de experiencia en la categoría de bronce, Garitano aterrizó en Leganés. Y la historia ya es de sobra conocida.
A pesar de su experiencia en el fútbol español, el de este lunes será el regreso de Asier Garitano a Castalia. Nunca antes se ha medido como visitante al Castellón, aunque sí que lo hizo en Butarque cuando dirigía al Leganés en 2021. La vuelta del de Bergara al feudo orellut deparará sin duda recuerdos de todo tipo al preparador rojiblanco. En su mochila de experiencia también está su paso por el Castellón a pesar de todo. El lunes tendrá su momento de reválida personal.