No son malos espejos para mirarse

Abelardo se refirió a tomar como ejemplo a las canteras de Lezama y el Tajonar como modelo de juego para el futuro. Dos entidades que esta temporada han cosechado grandes éxitos, al revés que los equipos de Mareo

Imagen
Athletic Osasuna
Equipos de la cantera del Athletic de Bilbao y Osasuna, con Abelardo en el medio
Vie, 27/05/2022 - 19:01

La reflexión se extenderá por muchos frentes. La mala temporada global del Sporting de Gijón exigirá que la base también sufra un cambio de rumbo. No solo el primer equipo se ha visto afectado por una planificación aciaga. Los principales exponentes de la cantera de Mareo también han sufrido en campañas complicadas, lejos de lo que se espera de una entidad con la solera de la casa rojiblanca. Los cambios serán visibles en el modo de juego de la cantera. Abelardo lo escenificaba esta mañana. 

"Tenemos que tener un modelo de juego más vertical, como el Athletic o el Osasuna. Mucho más vertical. Es el que por historia nos ha dado mejor resultado", ejemplificaba el Pitu. Como ejemplo, dos canteras que resaltan entre los equipos del fútbol español. Punteras en el norte de España, Lezama y El Tajonar viven tiempos buenos. En la casa bilbaína, los dos máximos exponentes (filial y División de Honor) han cuajado grandes temporadas. El Bilbao Athletic se ha consolidado en la Primera RFEF, mientras que el Juvenil A terminó la temporada como campeón de su grupo. 

Segundo terminó el juvenil de Osasuna. Por delante de otras canteras con presencia en el fútbol profesional, como Real Sociedad, Alavés o Eibar, el juvenil rojillo fue el único capaz de seguir el ritmo del Athletic, terminando la temporada a cuatro puntos del campeón. Además, consiguió su billete para la Copa del Rey juvenil, algo que el equipo que dirige Caco Morán en Mareo no ha logrado. Por si fuera poco, el Osasuna Promesas, filial del equipo de El Sadar, consiguió también el ascenso a Primera RFEF como campeón de grupo. Dos realidades muy distintas a las vividas en Gijón esta temporada. 

El juvenil rojiblanco terminó la temporada en sexta posición, por detrás del Real Oviedo. Ocuparon los puestos altos del grupo varios equipos gallegos como el Celta o el Deportivo de la Coruña. Cabe recordar que el equipo vigués le endosó un sonrojante 11-0 al equipo sportinguista. Un resultado que hizo saltar las alarmas en el mes de septiembre. La peor goleada sufrida por el División de Honor se quedó sin consecuencias. 

Un escalón por encima en el proceso formativo, la temporada del filial también tuvo un final amargo. Después de una aceptable temporada, con el gran lunar de sumar cuatro victorias lejos de los campos de Mareo, el Sporting B no pudo vencer en la final de promoción al Lealtad para intentar buscar el ascenso a Segunda RFEF. El equipo que dirige Sergio Sánchez jugará una temporada más en la quinta categoría del fútbol español, lejos de los espejos en los que Abelardo anhela mirarse. El cambio en verano está más que justificado. Se ha demostrado que los ejemplos funcionan.