Un nuevo examen para El Molinón

El trabajo no se detiene. Ni en Mareo ni en El Molinón. La plantilla del Sporting de Gijón comenzó hoy a preparar la visita del Almería con el objetivo de sumar la segunda victoria de la segunda vuelta. El ritmo de puntuación resulta insuficiente para encaramarse a una zona que solo se ha distanciado en un punto a pesar de la falta de victorias en las dos últimas semanas. Buscará el Sporting la victoria ante los andaluces para mantener la esperanza de que la temporada no toque a su fin a mediados de febrero. 

El partido ante el Almería reviste su importancia. Los focos irán destinados a la actuación del equipo de Rubén Albés y a su actuación. También habrá tiempo para echar miradas al piso. La última vez que el Sporting jugó ante su público en El Molinón dejó al césped como uno de los grandes señalados. El verde del estadio rojiblanco dejó una imagen preocupante, complicando la circulación del balón y muy lejos de la imagen que suele presentar. Algo que despertó la preocupación del club, activando los trabajos de mejora en el momento de finalizar el partido ante el Eibar. 

14 días de labores sobre el césped que apuntan a una mejora importante del césped de El Molinón ante el Almería. Labores que han estado centradas en mejorar la salud del verde, afectado por diversos factores externos en el último mes. Desde que acabara el encuentro ante el Eibar, los operarios han realizado un tratamiento con enzimas, resembrado el césped y más cuidados destinados a mejorar la salud interior del municipal gijonés. Como viene siendo habitual, el Sporting también ha hecho mano de las lámparas de luz que funcionan de forma continua para cuidar las zonas más complicadas. 

El césped de El Molinón tuvo su papel en el partido ante el Eibar. El inicio del choque ya desveló que el verde no se encontraba en sus mejores momentos. El paso de los minutos hizo mayor el problema, convirtiendo el escenario del partido en un lugar en el que transitar el balón se convertía en algo complicado. Algo que complicó el juego de Sporting y Eibar. Ya en la recta final, rasear y conducir el esférico era una misión complicada. 

El propio Rubén Albés, sin utilizarlo como excusa para justificar el empate del Sporting, reconocía el problema. "En la ciudad deportiva entrenamos en campos magníficos y aquí el campo está en unas condiciones peores. Disminuye la calidad del juego. Están haciendo todo lo posible para mejorarlo"; explicaba el entrenador. Unas labores que se estaban produciendo ya desde esa misma comparecencia y que pasarán un examen este sábado. El césped de El Molinón será centro de miradas.