Un rencuentro muy rojiblanco en Miramar

El fútbol, como la vida, da muchas vueltas. Y cuando parece que todo está terminado, llega un nuevo giro de guion que no solo te permite seguir disfrutando del deporte, sino que te reúne con un viejo amigo. Eso es exactamente lo que ha vivido Roberto Canella. Tras varios meses sin equipo desde que rescindiese su contrato con el CD Calahorra a mediados de enero, el experimentado lateral decidió que quería seguir compitiendo, y fue entonces cuando aparecieron el Marino de Luanco y Alberto Lora.

Tal y como confirmó el propio Canella en su presentación, "por mi cabeza pasó dejar el fútbol". Pero su espíritu competitivo no le abandonó y, en su búsqueda de nuevos retos, apareció una opción que no pudo rechazar. "Me llamo el presi y me dijo que cómo no me animaba, que también estaban Lora y Sergio Sánchez", explica el jugador. También estaba la sobre la mesa la posible llegada de Nacho Cases, aunque, como ya se sabe desde hace varios días, el centrocampista gijonés ha optado por dejar los terrenos de juego.

En cuanto a los viejos conocidos, Canella destaca la figura de su amigo Alberto Lora. "Le dije que estaba hecho el fichaje y se puso muy contento y feliz. Estoy encantado de estar con él y volver a compartir vestuario", confiesa el de Pola de Laviana. Con un solo año de edad entre uno y otro -siendo Lora el mayor de los dos-, llegaron al primer equipo del Sporting con tan solo una temporada de diferencia. El asturiano lo hizo en el verano de 2006, mientras que el mostoleño tuvo que esperar una temporada más. Aunque ambos coinciden en una cosa, y es que los dos dieron el salto de la mano de Manolo Preciado.

No son ni mucho menos los únicos jugadores de la plantilla luanquina con pasado en el Sporting. Este verano son ya varias las nuevas caras que han llegado a Miramar y que, en algún momento de su trayectoria, han dejado parte de su fútbol en Mareo. Además de Canella, el Marino de Luanco ha incorporado al portero Dennis Díaz, formado en las categorías inferiores rojiblancas, al igual que César García o Juan Aspra. Este último, cedido directamente desde el Sporting Atlético. Incluso Nacho Cases seguirá vinculado al club, ligado a la dirección deportiva.

Pero quizás sea el 'factor Preciado' lo que hace del rencuentro entre Canella y Lora algo distinto a lo demás. Quince años después de aquellos primeros pasos que finalmente les convertirían en ídolos de El Molinón, comienzan una nueva etapa juntos, aunque en esta ocasión es Alberto Lora el que tiene algo más de experiencia en el equipo. Ambos competirán por ayudar al Marino de Luanco, como mínimo, a repetir el buen papel que desempeño el pasado curso, con una recta final cómoda. Como aseguró el propio Canella en ese acto de presentación: "No vengo de paseo, ni mucho menos".