Un trabajo de vestuario: El Puma por fin saca sus zarpas

El extremo panameño mostró su mejor versión desde que es jugador del Sporting de Gijón, espoleado por los mensajes de sus compañeros en Mareo

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Puma Rodríguez
Puma Rodríguez, rodeado de tres rivales, ante el Huesca.
Dom, 12/12/2021 - 18:54

Velocidad, regate y profundidad. Con esas tres características como carta de presentación, aterrizaba en verano José Luis Rodríguez en Gijón. Tres cualidades que se han visto en pequeños destellos durante esta primera vuelta. En el partido ante el Huesca, el extremo panameño pasó de José Luis a Puma. Con instinto animal, tuvo velocidad, regateó y fue el más profundo de los jugadores de ataque del Sporting de Gijón. Un cambio que bien puede tener su motivación en Mareo. 

En las sesiones previas al partido ante el Huesca, los compañeros de vestuario motivaron al panameño para sacar su mejor versión. “Te he visto jugar en el Lugo y sabes que puedes”.  "En los entrenamientos te sale y en el campo te va a salir”, fueron algunos de los comentarios en los últimos entrenamientos antes de la visita del Huesca. También el extremo recibió otros mensajes que buscaban calar en el orgullo del ’18’ rojiblanco: “Hay que convertir al gato en puma”, le decían entre risas. 

Y vaya que sí lo hizo. Solo la falta de puntería privó al panameño de cerrar un partido redondo en lo individual. David Gallego reconocía en la sala de prensa que, ante la ausencia de partidos internacionales, se puede ver al verdadero Puma Rodríguez. “Lleva tres partidos seguidos y va cogiendo ritmo. Es un chico aplicado que tiene condiciones y necesita continuidad”, explicó el técnico del Sporting.

Sus inicios en Gijón no habían sido sencillos. Cada vez que parecía que podía asomar la cabeza en las ideas de Gallego, una llamada de Panamá le obligaba a cruzar el charco dos ocasiones en una semana. La falta de continuidad le privó de más minutos, aunque el técnico nunca dejó de confiar en el potencial del Puma. Una vez que el fútbol internacional ha dado un pequeño respiro y los viajes transoceánicos se detienen, el Puma y el Sporting respiran. Han sido necesarios 20 partidos. Pero, llegando al final de año, el Puma por fin sacó su lado más salvaje.