Borja Sánchez debuta en Primera con el Oviedo en un estreno agridulce

El canterano ovetense se estrenó en la máxima categoría en La Cerámica tras un camino repleto de idas y vueltas, y lo hizo con la camiseta azul de su vida

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Borja Sánchez
Borja Sánchez, durante el partido ante el Burgos
Dom, 17/08/2025 - 14:40

El estreno liguero del Real Oviedo en La Cerámica dejó una de esas historias que trascienden más allá del resultado. Borja Sánchez, ovetense y canterano azul, disputó sus primeros minutos en Primera División con el equipo de su alma, un debut que llega tras varios años de recorrido en los que el destino parecía llevarle lejos del Tartiere.

Borja ya había debutado con el primer equipo en la temporada 2018/19, pero fue en la siguiente cuando pasó a formar parte de la primera plantilla, en la que permaneció durante cuatro campañas consecutivas. En el verano de 2023 puso rumbo a México para enrolarse en el Club León, pero regresó en el mercado de invierno. Bajo la dirección de Luis Carrión se convirtió en una pieza importante en la segunda vuelta, en una temporada que rozó el ascenso a Primera y terminó con el amargo desenlace en la eliminatoria frente al Espanyol.

El curso siguiente, 2024/25, se produjo una nueva salida. Javi Calleja no contaba con él y el extremo acabó cedido al Burgos CF, donde apenas tuvo protagonismo. Tras esa etapa, el futbolista regresó a Oviedo este verano, con el equipo ya en Primera División. Desde el club se le transmitió que no entraba en los planes, pero las dificultades del mercado y la necesidad de apurar las últimas semanas de agosto abrieron una puerta inesperada: Borja fue inscrito en la plantilla.

Y el fútbol, caprichoso como pocas veces, le devolvió la sonrisa. En La Cerámica, ante el Villarreal, Borja Sánchez cumplió el sueño de debutar en Primera con la camiseta del Real Oviedo, un estreno que parecía improbable semanas atrás. Su participación fue discreta en cuanto a incidencia en el juego, pero el valor simbólico de esos minutos va mucho más allá: representan la recompensa al esfuerzo, la constancia y la paciencia de un niño que siempre soñó con este momento.